Convocados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), miles de chilenos y chilenas marcharon hoy para exigir aumentos de salarios y pensiones, una justa redistribución de la riqueza y el cumplimiento de la reducción de la jornada laboral.
Con pancartas, carteles y banderas, los manifestantes recorrieron varios kilómetros por la emblemática Alameda, desde la Plaza de los Héroes hasta la calle Portugal, sede del acto central por el 1 de Mayo.
«Hoy día somos muchos los que queremos cambios», declaró el presidente de la CUT, David Acuña, y añadió que por eso están «impulsando la rearticulación con el movimiento social» y se han reunido con pobladores, estudiantes, organizaciones y pequeñas y medianas empresas.
«De manera particular, dijo, es muy necesario no un salario mínimo, sino un salario vital que les permita a los trabajadores llegar a fin de mes porque con el sueldo actual no les alcanza».
También reclaman al Gobierno tener una negociación ramal para lograr una justa redistribución de la riqueza porque cuando los empresarios hablan de productividad y crecimiento, los trabajadores también deben percibir parte de esas utilidades, afirmó.
Durante muchos años nuestro país ha crecido de manera desigual, hoy hacemos un llamado a crecer con equidad de condiciones, expresó.
Interrogado por la prensa sobre el proyecto de reforma previsional en trámite en el Congreso, lo consideró muy necesario ya que el país lleva 12 años debatiendo sobre el tema de aumentar las pensiones.
Acuña planteó la necesidad de crear un ente público, frente a las Administradoras de Fondos de Pensiones, señaladas aquí por lucrar con los ahorros de los empleados y entregar retiros de miseria.
Karen Palma, dirigente nacional de la CUT, destacó la importancia de participar en esta manifestación porque –dijo- «solo con los trabajadores en las calles vamos a poder avanzar en nuestras demandas».
“Hoy día estamos reclamando algo relevante, el sueldo vital que integre la condición humana y familiar de quienes dependemos de un salario”, señaló, por su parte, el presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, José Pérez Debelli.
Otras de las reivindicaciones son el derecho a huelga, el incentivo al retiro y el cumplimiento por parte de los empresarios de la reducción paulatina de la jornada laboral de 45 a 40 horas de aquí a 2028.
La manifestación se realizó en calma, sin incidentes, a diferencia de la convocada por la Central Clasista de Trabajadores, donde se produjeron graves disturbios frente a la USACH y que finalizó con 16 detenidos por distintas alteraciones al orden público.
(EP/Carmen Esquivel/PL)