El Juzgado de Garantía de Arica acogió a trámite la querella que interpuso el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) por los tratos crueles que recibieron conscriptos del Ejército.
Los jóvenes realizaban su servicio militar en la Brigada Huamachuco de Putre. Además, la jueza Paulina Zúñiga programó para el 30 de mayo una audiencia para resolver la competencia de los tribunales civiles en este caso.
Dentro de su querella, el INDH pidió al tribunal decidir desde un comienzo el tribunal que instruirá el caso. En el documento, argumentó que debe ser visto en la justicia civil y no en la militar. Al respecto, recordó el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) respecto del caso Palamara Iribarne. Este sentenció al Estado de Chile a instaurar en su legislación límites a la competencia material y personal de los tribunales militares.
El INDH dijo en su querella que diversos medios de comunicación informaron que el Ejército presentó los antecedentes del caso de Putre ante la justicia militar. Pero de acuerdo al razonamiento del INDH, los hechos corresponden a apremios ilegítimos. Este delito se encuentra en el Código Penal. Es decir, sostiene el instituto, se trata de un delito ajeno y que no afecta fines o bienes jurídicos estrictamente militares.
Querella del INDH
La querella del INDH se presentó contra quienes resulten responsables de los tratos crueles de los que fue víctima un grupo de conscriptos en el marco de una jornada de instrucción que comenzó el 21 de abril en la zona de Pacollo. Esta área forma parte de la comuna de Putre y se encuentra a 4 mil 600 metros sobre el nivel del mar. Fue en este contexto que falleció Franco Vargas (19) y varios otros tuvieron que internarse en hospitales de Arica y Santiago.
Según la querella, del contingente de 250 conscriptos que estaban en Pacollo, a un grupo de 45 de ellos los sometieron a golpes de pies y puños por parte de sus superiores, en cualquier contexto y momento. El trato cruel incluyó dejarlos dormir sólo una hora, insultos, tener que alimentarse con las manos o dejarlos sin acceso a medidas de higiene.