Huelga general en Argentina detiene transporte y vacía calles

Escuelas, hospitales, bancos y comercios en general ven afectado su funcionamiento habitual ante la dificultad de que los habitantes del país puedan trasladarse.

La huelga general de 24 horas convocada en Argentina contra el Gobierno por la principal central obrera del país, la Confederación General del Trabajo (CGT), transcurre con un alto acatamiento debido a la adhesión de los gremios de transporte.

«Jueves 9 de mayo paro general de actividades», confirmó este jueves la CGT en la redes sociales.

Escuelas, hospitales, bancos y comercios en general ven afectado su funcionamiento habitual ante la dificultad de que los habitantes del país puedan trasladarse.

La medida de fuerza, secundada por la otra central gremial del país, la Central de Trabajadores de Argentina y su rama autónoma, se dirige contra el ajuste que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei y también contra una norma que impulsa el Ejecutivo en el Congreso.

La «ley ómnibus» o Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que se tramita en el Senado, habilita la privatización de empresas públicas, otorga facultades legislativas al presidente e introduce numerosas reformas de calado, como una reforma laboral, otra impositiva, y un cuestionado régimen para fomentar las grandes inversiones.

«Este paro tiene varios destinatarios. No sólo el presidente Milei sino también los gobernadores y los senadores que tendrán que tratar la Ley Bases, y también los cuatro o cinco grupos empresarios que en este momento son socios del Ejecutivo nacional», advirtió en las redes la Asociación de Trabajadores del Estado.

En esta jornada, en la que no se prevén movilizaciones, la inactividad promovida por la huelga se hace sentir en las calles, en las que apenas hay movimiento.

La atención en hospitales se encuentra reducida, las escuelas públicas no han abierto sus puertas y las privadas igual han visto afectado su funcionamiento.

También la atención los organismos públicos acusan la contundencia de la huelga, pese a que el portavoz del presidente, Manuel Adorni, advirtió en la víspera que la jornada sería descontada a quienes se sumaran al paro.

El servicio de trenes no funciona a la par que centenares de vuelos tuvieron que ser suspendidos, ante el acatamiento del paro en el sector del transporte que en la capital argentina solo ha desafiado una empresa de autobuses que reúne varias líneas, Dota.

En añadido, la recolección de residuos no funcionará este jueves en la ciudad de Buenos Aires.

En un clima creciente de conflictividad social, sindicatos del transporte realizaron el lunes asambleas de protesta con cese de actividades que afectaron los servicios de vuelos, trenes, subterráneos y transporte de cargas, y el martes, hubo una protesta de movimientos sociales con cortes en 500 puntos del país.

El Gobierno que preside Javier Milei afronta así su segunda huelga general desde que asumiera en diciembre, pues la central sindical organizó el primer paro contra el Ejecutivo el 24 de enero, a 45 días de su comienzo.

El paro general convocado para este jueves es en respuesta al programa económico de ajuste que impulsa el Gobierno, ante una economía que muestra los primeros signos de recesión y en un contexto en el que los salarios han perdido su poder adquisitivo debido a la inflación.

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El Periodista