Portugal celebra 50 años de la Revolución de los Claveles

"Nadie quiere cambiar la democracia menos perfecta por una dictadura, aún siendo seductora o escondida bajo tics antiliberales", ha dicho Rebelo de Sousa, quien ha celebrado el amplio consenso de la sociedad portuguesa con respecto a esta histórica fecha pues trajo consigo "libertad".

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha ensalzado este jueves el papel de la democracia por «imperfecta» que sea frente a la dictadura, pues es el régimen que mayor prosperidad trae consigo, durante su intervención en la Asamblea de la República con motivo del 50 aniversario de la Revolución de los Claveles.

«Nadie quiere cambiar la democracia menos perfecta por una dictadura, aún siendo seductora o escondida bajo tics antiliberales», ha dicho Rebelo de Sousa, quien ha celebrado el amplio consenso de la sociedad portuguesa con respecto a esta histórica fecha pues trajo consigo «libertad».

Rebelo de Sousa ha destacado que la historia reciente de Portugal «no tiene comparación» con ninguna otra de sus vecinos europeos, pues el 25 de abril no solo supuso el fin de la dictadura, sino también el de un imperio colonial, que marcó el inicio de la integración económica y política en la Unión Europea.

El pasado colonial y esclavista de Portugal se ha colado en los festejos por el 50 aniversario del 25 de abril, después de que el presidente Rebelo de Sousa, se mostrara partidario de que el Estado resarciera de alguna forma aquel episodio.

Estas palabras no han sido pasadas por alto por los partidos más conservadores, entre ellos la ultraderecha de Chega, cuyo líder, André Ventura, ha acusado incluso a Rebelo de Sousa de «traicionar» al país. «Ha sido elegido por los portugueses, no por los guineanos, o los timorenses, es a los portugueses a quien debe respeto», ha dicho.

«LOS SUEÑOS DE ABRIL ESTÁN POR ACABAR»

El líder de los socialistas portugueses, Pedro Nuno Santos, se ha dirigido a la Asamblea para expresar que con el 25 de Abril «los portugueses se agarraron a una idea de país» que todavía está por acabar, alertando de que no será a base de «populismos» y «liberalismo» como se solucionen los problemas.

El liberalismo, ha dicho, «se alimenta de un individualismo egoísta y solo garantiza la libertad de una minoría», y ha defendido la necesidad de poner en práctica políticas fiscales justas para dar respuesta a las necesidades sociales de los portugueses a fin de lograr «mayor libertad a las mayorías».

Santos también ha criticado a aquellos partidos que utilizan la inmigración como «arma política para promover odio y división» y ha pedido al primer ministro, Luís Montenegro, que reconozca los «desafíos» de estas nuevas realidades y abandone los «eslóganes vacíos de puertas cerradas» de la ultraderecha.

Por parte del Gobierno, ha sido la diputada Ana Gabriela Cabilha, una de las más jóvenes de la Asamblea, la encargada de tomar la palabra, coincidiendo también con Santos en que aquella revolución de abril es «continúa y está sin terminar».

Reconociendo la obligación de la clase política en dar voz a las demandas legítimas del pueblo, Cabilha ha alertado del problema de los «extremismos», capaces de dividir a los dirigentes y a la sociedad y ha pedido tener especial atención a fenómenos como el «revisionismo histórico de carácter soviético» que se pretende, según ella, aplicar a este reciente pasado de Portugal, o las «vacantes ‘wok'» y la «nueva censura de lo políticamente correcto».

Tras la intervención de Rebelo de Sousa han sonado los acordes del himno nacional, para después los diputados de la izquierda arrancarse a cantar ‘Grandola Vila Morena’, del cantautor José Afonso ‘Zeca’, utilizada por las Fuerzas Armadas para iniciar la Revolución de los Claves. Los festejos continúan con un desfile en la Avenida da Liberdade de Lisboa. (Europa Press)

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El Periodista