Consejo Constitucional francés rechaza referéndum sobre prestaciones sociales de reforma migratoria
El Consejo Constitucional ya dio validez en 2011 a ese mismo plazo de cinco años para que un extranjero en situación legal pueda beneficiarse de las prestaciones sociales, si bien ahora ha calificado de desproporcionada esa duración.
El Consejo Constitucional de Francia ha rechazado una propuesta de referéndum de iniciativa ciudadana presentada por el partido Los Republicanos (LR) sobre cinco disposiciones relacionadas con las prestaciones sociales a extranjeros que ya fueron censuradas por el órgano y que forman parte de la polémica reforma migratoria.
De las cinco disposiciones propuestas a consulta destaca que se condicione el pago de las prestaciones sociales no contributivas a una duración mínima de estancia en el país de 30 meses, en caso de una actividad profesional, o de cinco años.
El órgano ha argumentado que esta duración es un «ataque desproporcionado a los derechos a la protección social». «En consecuencia, de acuerdo con su jurisprudencia, el Consejo considera, sin tener que pronunciarse sobre la conformidad con la Constitución de sus demás disposiciones, que el proyecto de ley no cumple la condición previstas», ha agregado.
El Consejo Constitucional ya dio validez en 2011 a ese mismo plazo de cinco años para que un extranjero en situación legal pueda beneficiarse de las prestaciones sociales, si bien ahora ha calificado de desproporcionada esa duración, según ha recogido el diario francés ‘Le Figaro’.
En respuesta, el líder de LR, Éric Ciotti, ha señalado con ironía en la red social X que esta decisión es una «sorpresa». «El Consejo Constitucional vuelve a responder a las órdenes del Gobierno. El escándalo continúa», ha agregado.
Con esta iniciativa, el conservador partido buscaba sortear el bloqueo alrededor de la reforma migratoria, cuyo grueso tumbó el propio órgano a finales de enero –hasta 32 artículos– por no guardar relación con el fondo del proyecto de ley que promovió el Ejecutivo y que la Asamblea Nacional rechazó en un primer momento.
La polémica reforma –cuya constitucionalidad puso en duda la entonces primera ministra Elisabeth Borne– evidenció las grietas de Renacimiento, el partido del presidente Emmanuel Macron, que tuvo que recurrir al respaldo del opositor LR y de Agrupación Nacional para su aprobación final en la Asamblea Nacional. (Europa Press)