La cancillería entregó este mediodía a un funcionario de la embajada argentina en Santiago una protesta formal por las declaraciones de la ministra de Seguridad Nacional de Javier Milei y excandidata presidencial, Patricia Bullrich, sobre la supuesta presencia del partido-milicia chií libanés Hezbolá en nuestro país.
A la cita no acudió el embajador Jorge Faurie, como erróneamente informó el diario Clarín de Buenos Aires, sino otro funcionario de la repartición diplomática.
Según el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, con sus declaraciones se trató de «dañar la imagen» de Chile.
Otras versiones apuntan a que se intenta crear una polémica artificial el mismo día que el gobierno argentino anunció la compra de 25 F16, millonaria compra muy resistida en el país trasandino, que va en contra de las restricciones económicas impuestas por Javier Milei y que no responde a la realidad de amistad que se vive en el cono sur de América.
«De manera bastante casual, durante los últimos días, algunos senadores estadounidenses y la ministra del Interior argentina han reflotado temas en materia de organizaciones terroristas. De manera muy casual, muy coincidente, incluso pareciera muy articulad. Uno se pregunta si el objetivo de esa provocación es la seguridad del continente o es dañar la imagen del país», ha señalado Monsalve.
El presidente Gabriel Boric ya había informado de que enviaría una nota de protesta a Argentina como respuesta a estas polémicas declaraciones de Bullrich. «Exijo respeto para con nuestro país», señaló un Boric que instó a Buenos Aires a no lanzar acusaciones que creen «antecedentes así al tuntún».
Poco antes, la ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, había descartado que exista una «amenaza de ataque» por parte Hezbolá, y criticó a Bullrich por unos comentarios en los que aseguraba que el grupo tiene presencia en Iquique, en la ciudad brasileña de Sao Paolo e incluso en el vecino Perú.
La pasada semana el subcomité de Relaciones Exteriores del Hemisferio Occidental del Senado de Estados Unidos discutió este tema a petición del republicano Marco Rubio. «Estamos muy preocupados por el funcionamiento de Hezbolá en toda la región, así como en Chile», subrayó el subsecretario adjunto de la oficina, Mark Wells.