Las mineras BHP, Vale y Samarco dijeron este lunes que propusieron a las autoridades brasileñas pagar 127.000 millones de reales (25.700 millones de dólares) como compensación por la rotura de una represa en la localidad de Mariana (Minas Gerais, este) en 2015 que provocó un enorme daño ambiental, mató a 19 personas y dejó a varios cientos sin hogar.
En un comunicado a la Bolsa de Valores de Londres, la empresa australiana BHP, una de las propietarias de Samarco, con el 50 por ciento del capital, informó que «la propuesta es por un valor financiero total de aproximadamente 127.000 millones de reales (aproximadamente 25.700 millones de dólares)».
En un principio, Samarco será el deudor principal, mientras que Vale y BHP Brasil contribuirán con el 50 por ciento «si Samarco no puede financiar».
Vale es la otra propietaria de Samarco.
El acuerdo contempla los 37.000 millones de reales (7.710 millones de dólares) ya invertidos en reparación y compensación hasta la fecha a través de la Fundación Renova, creada tras el desastre para tareas de recuperación ambiental, construcción de nuevas viviendas para los vecinos afectados, entre otras acciones.
Además de esa cantidad habrá un pago «en efectivo» de 72.000 millones de reales (14.400 millones de dólares) que se abonarán «a lo largo de un periodo muy prolongado, superior a una década» al Gobierno Federal, los estados de Minas Gerais y Espírito Santo (sureste) y los municipios afectados.
El acuerdo también incluye 18.000 millones de reales (3.600 millones de dólares) en obligaciones que serán ejecutadas por Samarco y la Fundación Renova.
BHP remarcó, no obstante, que las negociaciones aún están en marcha y que aún no hay acuerdo final con las autoridades brasileñas sobre el importe y las condiciones.
La empresa resaltó que dentro de la cantidad ya gastada en indemnizaciones y restauración ambiental, unos 17.000 millones de reales (aproximadamente 3.510 millones de dólares) han sido para asistencia financiera de emergencia a casi 430.000 personas.
Además, la minera asegura que se ha completado aproximadamente el 85 por ciento de los casos de reasentamientos de las comunidades afectadas por la rotura de la represa.
El desastre se produjo el 5 de octubre de 2015, cuando toneladas de barro sepultaron un pueblo entero, Bento Rodrigues.
La rotura de la represa liberó 50 millones de metros cúbicos de lodo tóxico, residuos de mineral de hierro en 41 poblaciones y tres reservas indígenas, contaminando buena parte de la cuenca del río Doce, en los estados de Minas Gerais y Espírito Santo.
En su momento fue considerada la mayor catástrofe ambiental de la historia de Brasil, pero en 2019 se produjo un desastre similar, de nuevo con la minera Vale como protagonista: en Brumadinho (también en Minas Gerais) la rotura de otra presa dejó 270 muertos.