Netanyahu rechaza última propuesta de alto el fuego de Hamás
La oficina de Netanyahu ha indicado que las demandas del grupo islamista palestino "siguen siendo absurdas" y ha confirmado el envío de una delegación a Qatar para continuar los contactos diplomáticos para intentar lograr un acuerdo, si bien ha aprobado el plan de ofensiva contra Rafá.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha rechazado este viernes la última propuesta presentada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para un alto el fuego en la Franja de Gaza y ha aprobado un plan del Ejército para lanzar una ofensiva terrestre contra la ciudad de Rafá, situada en la frontera con Egipto.
La oficina de Netanyahu ha indicado que las demandas del grupo islamista palestino «siguen siendo absurdas» y ha confirmado el envío de una delegación a Qatar para continuar los contactos diplomáticos para intentar lograr un acuerdo, si bien ha aprobado el plan de ofensiva contra Rafá, en medio de las advertencias de la comunidad internacional contra esta posibilidad.
«Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están preparadas para la operación y para evacuar a la población», ha dicho la oficina de Netanyahu tras una reunión del gabinete de guerra creado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, tal y como ha recogido el diario ‘The Times of Israel’.
Naciones Unidas y diversas organizaciones no gubernamentales han advertido contra una ofensiva israelí contra Rafá, donde se encuentran en estos momentos cerca de 1,5 millones de personas, la mayoría de ellos desplazados desde otros puntos de la Franja, sumida en una gravísima crisis humanitaria.
Horas antes, Hamás había afirmado haber entregado a los mediadores una «visión integral» de un acuerdo de alto el fuego con Israel que tiene como objetivo el fin de la ofensiva militar contra Gaza y la vuelta de los desplazados internos a sus hogares, según informó el diario ‘Filastin’, vinculado al grupo islamista palestino.
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza tras los citados ataques, que dejaron 1.200 muertos y 240 secuestrados. Desde entonces, las autoridades gazatíes han denunciado la muerte de cerca de 31.500 personas, a las que suman unos 420 palestinos muertos en Cisjordania y en Jerusalén Este por las acciones de las fuerzas de seguridad y los ataques por parte de colonos israelíes. (Europa Press)