Más de cien mil manifestantes piden la dimisión de Netanyahu en Jerusalén
Pretenden acampar cuatro días frente a la Knesset como primer paso de una "semana nacional de protesta" con el apoyo de familiares de rehenes.
Más de 100.000 personas, según los convocantes, han salido este domingo a las calles de Jerusalén en la que es ya la mayor movilización contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu desde los ataques del 7 de octubre lanzados desde la Franja de Gaza y que supone el inicio de una «semana nacional de protesta» convocada por la oposición.
La marcha principal ha estado acompañada de otras manifestaciones más pequeñas en toda la ciudad. El objetivo es levantar una acampada, una «ciudad de tiendas de campaña», frente a la Knesset o Parlamento israelí para exigir la convocatoria de elecciones anticipadas.
La principal novedad es que varias familias de rehenes secuestrados en Gaza se han sumado a la protesta puesto que consideran que Netanyahu es un obstáculo para un acuerdo de intercambio. Uno de los portavoces de estas familias, Eli Albag, cuya hija Liri se encuentra en manos de Hamás, ha explicado que dejarán de participar en las concentraciones de la rebautizada como Plaza de los Rehenes de Tel Aviv para incorporarse a las movilizaciones contra el primer ministro.
«Este es el último shabbat que nos quedamos aquí. A partir de ahora estaremos en las calles. Es el momento de apagar las luces», declaró Albag durante la concentración del sábado. «Las marchas han terminado. Las protestas acaban de comenzar», ha escrito en la red social X el portavoz del Foro de las Familias de los Rehenes y de los Desaparecidos, Haim Rubinstein.
Los asistentes han coreado este domingo consignas como «¡Elecciones ya!» y el recurrente lema contra Netanyahu: «Eres un líder, eres culpable». En la marcha han participado dirigentes del partido Yesh Atid, del Partido Laborista y de la confederación de sindicatos Histadrut.
La Policía ha desplegado efectivos antidisturbios y caballería y ha chocado con los manifestantes en la avenida Begin, donde ha empleado cargas y sustancias malolientes.
UN GOBIERNO «PARALIZADO»
Ha participado en la marcha el líder de la oposición, Yair Lapid, del partido Yesh Atid. «Cada uno que se sienta hoy en el Gobierno tiene parte de la responsabilidad. Cada ministro que no dimite, cada diputado que no vota en contra del Gobierno, que no nos ayuda a llevarlos de vuelta a casa tiene parte de responsabilidad», ha apelado.
Lapid ha recordado que Netanyahu cree que la convocatoria de elecciones paralizaría a Israel, pero «ya está paralizado». «La guerra con Hamás está paralizada. El acuerdo por los rehenes está paralizado. El norte está paralizado y el Gobierno en particular está paralizado por tu liderazgo. Ha fracasado», ha espetado.
Los manifestantes pretenden mantener la acampada al menos cuatro días y han convocado una gran manifestación diaria a las 19.00 horas durante la próxima semana. Además habrá concentraciones frente a los domicilios de diputados de la coalición que respalda a Netanyahu.
La semana de protestas culminará el sábado 6 de abril con una gran manifestación en la calle Kaplan y la Plaza de los Secuestrados de Tel Aviv para recordar los seis meses de los ataques de las milicias palestinas de Gaza y el inicio del secuestro de más de un centenar de rehenes que siguen en el enclave.
Este domingo también ha habido protestas de la oposición en el barrio ultraortodoxo de Mea Sharim, en el norte de Jerusalén. Los manifestantes convocados por el grupo Hermanos y Hermanas de Armas han marchado con banderas israelíes para exigir igualdad en el reclutamiento, ya que los estudiantes de las escuelas talmúdicas están exentos del servicio militar. Vecinos de la zona han lanzado huevos a los manifestantes y les han llamado «nazis».
«¡Moriremos antes que alistarnos!», ha gritado uno de los ultraortodoxos. La Policía ha tenido que intervenir ante los conatos de violencia y uno de los ultraortodoxos ha sido detenido.