Hamás abandona El Cairo para «consultas» por un alto el fuego

Según las informaciones recogidas por el diario palestino 'Filastin', vinculado al grupo islamista, la delegación se ha ido de El Cairo "para realizar consultas con la cúpula del movimiento". "Las negociaciones y los esfuerzos continúan para detener la agresión, lograr el retorno de los desplazados y conseguir ayuda humanitaria para el pueblo palestino", ha dicho.

La delegación de alto nivel enviada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) a la capital de Egipto, El Cairo, para abordar negociaciones sobre un posible alto el fuego en la Franja de Gaza ha abandonado este jueves la ciudad, si bien ha recalcado que los esfuerzos «continúan», en una señal de que el proceso no ha quedado roto.

Según las informaciones recogidas por el diario palestino ‘Filastin’, vinculado al grupo islamista, la delegación se ha ido de El Cairo «para realizar consultas con la cúpula del movimiento». «Las negociaciones y los esfuerzos continúan para detener la agresión, lograr el retorno de los desplazados y conseguir ayuda humanitaria para el pueblo palestino», ha dicho.

Por su parte, fuentes oficiales egipcias citadas por la cadena estatal Al Qahera han confirmado la salida de la delegación de Hamás «para llevar a cabo consultas sobre la tregua» y han agregado que «las negociaciones se retomarán la semana que viene», lo que descarta en principio un alto el fuego antes del inicio del Ramadán, que arranca el 10 de marzo.

Posteriormente, Hamás ha emitido un segundo comunicado en el que ha pedido a los países de la región que «conviertan este mes sagrado en una oportunidad para trabajar con seriedad y presionar a través de todos los medios para detener la agresión» y entregar ayuda «a toda la Franja de Gaza».

Así, ha incidido en la necesidad de «evitar la continuación de una guerra de hambre y extermino contra más de dos millones de palestinos» y ha denunciado que Gaza «es sometida a una agresión injusta y una guerra genocida», en referencia a la ofensiva lanzada por Israel tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista.

Hamás ha dicho que la situación «no tiene parangón en la historia contemporánea» debido «al silencio, la inacción y el fracaso internacional a la hora de detener la agresión». «Más de dos millones de palestinos han caído mártires, han resultado heridos, han quedado huérfanos o están dados por desaparecidos», ha subrayado.

En este sentido, ha incidido en que el grupo «comparte con el pueblo el dolor, la esperanza y las aspiraciones de materializar unos derechos legítimos y defender la libertad, independencia y autodeterminación» ante la «agresión nazi» de Israel, que este jueves cumple cinco meses.

«Pedimos al pueblo palestino en Cisjordania, Jerusalén y el interior ocupado –en referencia Israel– que mantenga e intensifique su conexión permanente con la sagrada mezquita de Al Aqsa», ha recalcado, antes de rechazar «todos los intentos sionistas de limitar el acceso a la misma».

En esta línea, ha reclamado también a los ciudadanos de todo el mundo «intensificar todo tipo de apoyo material, moral y humanitario» a la población de Gaza y a «continuar los movimientos de masas en forma de marchas solidarias» para apoyar a los gazatíes ante «la hambruna y la guerra genocida contra niños, mujeres y civiles».

El grupo islamista palestino ha reclamado además reforzar «el boicot a la ocupación sionista» y las denuncias contra los países que «apoyan» a Israel con el objetivo de «lograr un fin inmediato de la guerra, la entrada de ayuda, el retorno de los desplazados, la reconstrucción y la materialización de las reclamaciones nacionales».

Hamás afirmó el miércoles que «continuará negociando» hasta lograr un acuerdo con Israel para un alto el fuego, en un aparente rechazo a la última propuesta presentada por las autoridades israelíes, al tiempo que incidió en que «ha mostrado la flexibilidad requerida» para lograr «un cese exhaustivo de la agresión».

Así, denunció que «la ocupación evade su parte de responsabilidad en el acuerdo, especialmente en lo relativo a un alto el fuego permanente, el retorno de los desplazados, la retirada de tropas y la cobertura de las necesidades de la gente», a pesar de las esperanzas de los mediadores de lograr un alto el fuego antes del inicio del mes de Ramadán, sagrado para los musulmanes.

El grupo islamista ha rechazado una nueva liberación de rehenes secuestrados durante los ataques perpetrados el 7 de octubre –similar a la de la tregua en noviembre– si Israel no acepta detener su ofensiva contra Gaza y retirar sus tropas del enclave, entre otras exigencias, algo descartado hasta ahora por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza tras los citados ataques, que dejaron 1.200 muertos y 240 secuestrados. Desde entonces, las autoridades gazatíes han denunciado la muerte de 30.800 personas, a las que suman 415 muertos en Cisjordania y en Jerusalén Este por las acciones de las fuerzas de seguridad y los ataques por parte de colonos israelíes. (Europa Press)

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista