En un comunicado publicado este viernes, los miembros de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) Ernesto Llaitul, Ricardo Reinao, Esteban Henríquez y Nicolás Alcaman anunciaron el fin del ayuno, en el que los acompañaron 11 presos más de la organización.
Los representantes de los pueblos originarios consideraron como un logro la anulación del juicio que los condenó a 15 años y cuatro meses de prisión, según ellos de forma injusta, arbitraria y sin pruebas.
Los cuatro habían sido sancionados por el Tribunal Oral en lo Penal de Los Ángeles por la supuesta vinculación con un homicidio frustrado y ataque incendiario, pero la Corte desestimó el proceso y decidió repetirlo.
“Queda establecido que el proceso en nuestra contra es el resultado de una persecución política por ser miembros de la CAM y del movimiento autonomista mapuche. Por lo tanto, tenemos el newen (fuerza), la convicción y los argumentos para afrontar un nuevo juicio y obtener la absolución”, señalaron los mapuche.
Aunque la causa fue invalidada, el tribunal rechazó la petición de la defensa de permitir a los detenidos esperar el nuevo juicio en libertad.
Uno de los comuneros, Esteban Henríquez, está internado en el Hospital Regional de Concepción por los problemas de salud derivados de la prolongada huelga.
Los mapuche demandan también la habilitación de un módulo dentro de las prisiones para los miembros de esa etnia originaria, donde se le respeten sus derechos culturales, como establecen tratados internacionales suscritos por el país en materia de pueblos ancestrales.