El módulo de aterrizaje Odiseo de Intuitive Machines, primera nave espacial privada en aterrizar de forma controlada en la luna, está «vivo y coleando» aunque volcó al llegar a la superficie y está de lado, según explicaron los responsables de la misión en un encuentro informativo.
Esta misión, que llegó a su objetivo el 21 de febrero, es el primer aterrizaje suave de Estados Unidos en la Luna en más de 50 años. «Los controladores de vuelo se comunican y controlan el módulo de aterrizaje, que se carga con energía solar y tiene buena telemetría», según informa la compañía responsable de la misión, contratada por la NASA para enviar demostradores tecnológicos y científicos al suelo lunar. Se analiza en qué medida la posición de la nave en el suelo lunar puede afectar a los objetivos de la misión.
Por otro lado, un instrumento que tenía como objetivo tomar imágenes a distancia del aterrizaje no fue desplegado debido a complicaciones en el sistema de navegación interno de la nave.
Se trata de EagleCam, construido por estudiantes de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle (ERAU) que fue diseñado para desplegarse desde Odiseo a unos 30 metros sobre la superficie lunar y fotografiar el aterrizaje de la nave desde abajo. «Debido a complicaciones con el sistema de navegación interno de Odiseo, específicamente en lo que respecta al parche de software de los datos de navegación para incluir la carga útil NDL (Navigation Doppler Lidar) de la NASA, que está destinada a garantizar un aterrizaje suave, se tomó la decisión de apagar EagleCam durante el aterrizaje y no desplegar el dispositivo durante el descenso final de Odiseo», explicó la ERAU en un comunicado.
«Sin embargo, tanto los equipos de Intuitive Machines como de EagleCam todavía planean desplegar EagleCam y capturar imágenes del módulo de aterrizaje en la superficie lunar a medida que continúa la misión», según las mismas fuentes.
El objetivo de la misión era entregar cargas útiles de la NASA y clientes comerciales a un lugar cerca del cráter Malapert A en la región del polo sur lunar. Esa zona de la luna es de gran interés porque se cree que su terreno lleno de cráteres contiene recursos de hielo de agua que eventualmente podrían usarse para abastecer a los puestos de avanzada tripulados. La NASA contrató a Intuitive Machines para el envío de su instrumental a la Luna, en esta primera misión del programa CLPS (Comercial Lunar Payload Service).
Las cargas útiles de la agencia espacial incluyen un sistema de cámara diseñado para documentar las columnas de polvo levantadas durante el aterrizaje, una radiobaliza de navegación experimental, un indicador de combustible por radio, un telémetro láser, un conjunto de reflectores láser y un sensor que estudiará el entorno de plasma de electrones de la luna. Los datos de los experimentos podrían ayudar a la NASA a planificar los aterrizajes lunares tripulados del programa Artemis, que podrían comenzar a realizarse en 2026. (Europa Press)