Israel pide a ONU que «coopere» en «evacuación» de civiles en Gaza, incluida Rafá
"Pedimos a las agencias de la ONU que cooperen con los esfuerzos de Israel para proteger a los civiles de Hamás y evacuarlos de una zona de guerra en la que los terroristas intentan usarlos como 'escudos humanos'. No digan que no puede hacerse. Trabajen con nosotros para encontrar una vía", ha manifestado el portavoz del Gobierno de Israel, Eylon Levy.
El Gobierno de Israel ha reclamado este lunes a Naciones Unidas que «coopere» para la «evacuación» de civiles en las zonas de combate en la Franja de Gaza, incluida la ciudad de Rafá, ante la inminente ofensiva terrestre del Ejército contra la localidad, en la que residen 1,4 millones de palestinos, incluidos cerca de 1,2 millones de desplazados desde otras zonas del enclave a causa de los ataques lanzados por Israel tras los asaltos ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
«Pedimos a las agencias de la ONU que cooperen con los esfuerzos de Israel para proteger a los civiles de Hamás y evacuarlos de una zona de guerra en la que los terroristas intentan usarlos como ‘escudos humanos’. No digan que no puede hacerse. Trabajen con nosotros para encontrar una vía», ha manifestado el portavoz del Gobierno de Israel, Eylon Levy, durante una comparecencia ante la prensa.
«Es muy lamentable que, en lugar de cooperar con los esfuerzos de Israel desde que Hamás lanzó esta guerra, las agencias de la ONU hayan estado trasladando civiles a bastiones de Hamás y validando la estrategia de ‘escudos humanos’ de Hamás», ha manifestado, en referencia a la evacuación ordenada por Israel desde otros puntos del enclave hacia Rafá, en la frontera con Egipto. «Eso debe terminar», ha sostenido.
Así, ha hecho un «llamamiento urgente» a la comunidad internacional. «Es momento de que ayuden a proteger a los civiles en Gaza de los terroristas de Hamás que intentan usarlos como ‘escudos humanos'». «La ONU y los actores internacionales hacen frente a una elección», ha dicho Levy, que ha incidido en que «deben salvar a Hamás o a los civiles palestinos».
«No pueden evitar que Israel desmantele los últimos cuatro bastiones de Hamás en Gaza», ha subrayado, antes de abundar en que «la guerra puede terminar rápidamente, sin más sufrimiento, si Hamás se rinde inmediatamente, depone las armas, libera a los rehenes y entrega a sus criminales de guerra ante los tribunales».
«Todos los actores dedicados a proteger a los civiles y mejorar las condiciones humanitarias en Gaza deben pedir que Hamás se rinda ya, en lugar de presionar para que Hamás mantenga en pie sus cuatro batallones ante una cercana victoria por parte de Israel», ha dicho, al tiempo que ha defendido que «desde el inicio de la guerra lanzada por Hamás, Israel ha puesto en marcha medidas extensas para proteger a los civiles en Gaza de los intentos malignos de sus líderes para mantenerlos en la línea de fuego».
De esta forma, ha incidido en que «estas medidas han permitido situar la tasa de civiles y combatientes muertos a cerca de uno por cada uno, algo sin precedentes, algo sin precedentes en la historia de la guerra». «Sin embargo, hemos sido criticados por agencias de la ONU, más preocupadas por presionar a Israel a poner fin a la guerra con Hamás en pie que en proteger a los civiles», ha manifestado.
«Se han resistido a nuestros esfuerzos para evacuar a civiles de bastiones de Hamás, caracterizando de forma difamatoria estas medidas, en línea con nuestras obligaciones con el Derecho Internacional, como un desplazamiento forzoso. Tienen una culpa inmensa por la trágica pérdida de vidas, que podría haber sido evitada si el mundo hubiera trabajado con nosotros para hacer frente a la política de ‘escudos humanos’ de Hamás», ha argumentado.
En este sentido, ha acusado a las agencias de la ONU de «ser cómplices de la política de ‘escudos humanos’ de Hamás» y ha apuntado a «un encubrimiento de la militarización de hospitales por parte de Hamás y bienes militares dentro de instalaciones de la ONU», en referencia al reciente hallazgo de un túnel bajo la sede principal de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en Gaza.
En respuesta, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, recalcó que el personal de la agencia «abandonó la sede en la ciudad de Gaza el 12 de octubre tras las órdenes de evacuación emitidas por Israel y ante la intensificación de los bombardeos en la zona» y pidió una investigación «independiente», pese a lo cual el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, reclamó su dimisión.
Por último, Levy ha recalcado que las autoridades de Israel «seguirá aplicando presión militar para liberar a los rehenes por la fuerza, cuando sea posible, y para generar las condiciones para su liberación», al tiempo que ha aplaudido el rescate de dos rehenes en una operación en Rafá.
Durante los últimos días, las autoridades israelíes han expresado su intención de iniciar una ofensiva terrestre contra Rafá como el siguiente paso a sus operaciones, algo que ha sido criticado por la comunidad internacional por la gran presencia de desplazados palestinos, que se dirigieron allí tras la primera fase de la guerra, en la que Israel invadió el norte y el centro del enclave, y tras su segunda fase, cuando sus tropas penetraron en Jan Yunis, en el sur.
Los ataques de Israel contra la Franja de Gaza comenzaron como respuesta al asalto de Hamás del 7 de octubre, que dejó 1.200 muertos y 240 heridos. Desde entonces, las autoridades palestinas han notificado la muerte de más de 28.300 muertos, a los que se suman 384 palestinos fallecidos en Cisjordania y en Jerusalén Este por las acciones de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes. (Europa Press)