La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), principal organización sindical del país, mantiene hoy su convocatoria a una huelga nacional el 11 de abril para exigir más empleos, seguridad social y aumento de pensiones, entre otras demandas.
“El paro va sí o sí”, declaró el máximo dirigente de la CUT, David Acuña, luego de un encuentro en el Palacio de La Moneda con el presidente Gabriel Boric, la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, y la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner.
Afirmó Acuña que se requieren cambios sociales y estructurales en el país y el Gobierno está en deuda en el diálogo con el movimiento social.
Por su parte, Eric Campos, secretario general de la CUT, denunció que la derecha en el Congreso Nacional y los empresarios están jugando a obstruir las reformas en beneficio del pueblo.
Citó el caso de la reforma previsional destinada a incrementar las pensiones y que se encuentra en trámite en el Parlamento, donde la oposición presiona para rechazar los artículos principales.
“Nosotros hemos manifestado esa preocupación al presidente, a nosotros no nos sirve un proyecto donde solo se termine aprobando el título, sino que le cambie la calidad de vida a las personas”, afirmó.
Según datos oficiales, el 72 por ciento de los retiros en el país son inferiores al salario mínimo y uno de cada cuatro jubilados recibe un monto por debajo de la línea de pobreza.
“Esperamos que el Gobierno no siga cediendo a la derecha y el chantaje de los empresarios y escuche más a los movimientos sociales y a los trabajadores y trabajadoras”, dijo Campos.
La CUT también expresó sus diferencias con la decisión del Ejecutivo de convocar al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) para abordar los temas de la inseguridad.
“No nos gusta la convocatoria al Cosena porque creemos que hay muchas otras instancias de diálogo más efectivas para poder resolver el problema”, añadió el secretario general de la CUT.
Creado en 1980 en tiempos de la dictadura, aunque modificado durante gobiernos posteriores, el Cosena abre la posibilidad de que militares apoyen a las policías en las calles.
La medida, anunciada la víspera por el mandatario, generó preocupación de algunos políticos y del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
“Siempre nos preocupa que por mayor seguridad haya restricción de derechos y de libertades”, dijo la directora del INDH, Consuelo Contreras. (PL)