La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados inició hoy un período clave de debates sobre el proyecto de reforma previsional propuesto por el Gobierno para mejorar los ingresos de los jubilados.
Este es uno de los ejes principales del programa de la administración de Gabriel Boric, sin embargo, luego de más de un año de trámites en el Congreso Nacional todavía existen dudas sobre si conseguirá los votos necesarios para aprobarla.
Los ministros de Hacienda, Mario Marcel, y de Trabajo, Jeannette Jara, encabezan las discusiones centradas en cómo distribuir el seis por ciento adicional que deben aportar los empleadores al fondo de pensiones.
El gobierno aceptó la fórmula de destinar la mitad de ese dinero para las cuentas particulares de los trabajadores y el resto a un mecanismo de solidaridad para incrementar cuanto antes las jubilaciones más precarias.
A pesar de la aprobación de este mecanismo en la Comisión de Trabajo, la derecha insiste en que todo ese dinero vaya a las cuentas de los asalariados y lo continúen manejando las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), sin participación estatal.
El jefe de la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Guillermo Ramírez, afirmó que “nunca vamos a votar a favor de crear un sistema de reparto, ni siquiera un punto”.
Coincidiendo con esta posición, la Asociación de AFP criticó la creación del fondo solidario y aseguró que de esta forma se abre la puerta a la estatización de este servicio.
“Si yo me guío por lo que piden las AFP, en Chile no van a mejorar las pensiones, porque son parte de un negocio en el que siempre han privilegiado sus ganancias», advirtió el senador comunista Daniel Ñúñez.
Mientras, la actual senadora PPD, Loreto Carvajal, lamentó la posición de la derecha que, dijo, insiste en aplicar un sistema donde se vulneran los intereses de las personas menos favorecidas, pero también de los jubilados de clase media.
Si la Comisión de Hacienda consigue hoy ponerse de acuerdo, la propuesta pasará al plenario de la Cámara de Diputados para su votación en el curso de la semana.
El Gobierno acelera las negociaciones para obtener el apoyo de unos 80 diputados indispensables para su aprobación y, de conseguirlo, el trámite final será en el Senado luego del próximo receso parlamentario de verano.
