Tras ser aprobado en las comisiones de Trabajo y Hacienda, el proyecto de reforma de pensiones será sometido a votación hoy en la Cámara de Diputados, donde se necesitan 78 votos para su adopción.
La propuesta del Gobierno cuenta con el apoyo de los partidos del oficialismo, pero es rechazada por la derecha y aún no está definida la posición de otras organizaciones políticas dentro del Parlamento.
Al destacar la importancia de la iniciativa, la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, recordó que esta es una sentida demanda del país, donde miles de jubilados se encuentran en una situación de pobreza porque el actual sistema genera montos que no alcanzan siquiera para la subsistencia.
Jara instó nuevamente a la clase política a llegar a consensos para sacar adelante el proyecto que busca mejorar las pensiones actuales y futuras y superar las inequidades de género, entre otros propósitos.
La titular de Trabajo admitió que la propuesta ha variado con respecto a la original y el Gobierno cedió para poder llegar a consensos, como en lo referido a la distribución del seis por ciento adicional que deben aportar los patronos al fondo de pensiones.
El Ejecutivo aceptó la fórmula de destinar la mitad de ese dinero para las cuentas particulares de los trabajadores y el resto a un mecanismo de solidaridad para incrementar cuanto antes las jubilaciones más precarias.
A pesar de ello, la derecha insiste en que todo ese dinero vaya a las cuentas de los asalariados y lo continúen manejando las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que durante años lucraron con los ahorros de los trabajadores y entregaron pobres retiros.
El Ministro de Hacienda, Mario Marcel, advirtió que el actual sistema previsional, impuesto en tiempos de la dictadura, no da solución a los adultos mayores del país.