Ya es verano y tiempo hay para la lectura. Lo que continúa es apenas un énfasis en la mención sobre las acciones que desarrollan procesos civilizatorios y, por ende, que busca superar el desigual acceso a los libros.
Vamos al texto, nos referimos a la bibliodiversidad, ¿qué es eso? Un ámbito de la cultura de una sociedad donde se encuentran los elementos usados para imaginar, soñar y proyectar, o sea, ahí están los resultados de los ejercicios que buscan conocer objetivamente la realidad mediante las ciencias y las filosofías, y también y especialmente los diferentes géneros que podemos anotar como: narrativo, lírico, dramático, didáctico y novela.
¿Qué papel cumple la bibliodiversidad en la vida de las personas? Desde lo utilitario, la persona podrá ingresar a una plaza laboral con una renta superior a dos sueldos mínimos, con ventajas especiales, si y siempre si esa persona es un recurso humano forjado en una bibliodiversidad pesada, ancha, profunda, polifacética y multifuncional. Leamos lo anterior desde otra perspectiva.
En Chile los libros van al mercado con un alto Impuesto al Valor Agregado y se les puede encontrar en 583 lugares ubicados en 36 ciudades del país, según el “Estudio de Circulación y Difusión del Libro Chileno” realizado en 2017 por los Editores Independientes de Chile. Este dato se compone por las 190 bibliotecas que permiten acceso gratuito al libro, las cuales representan el 33% del total nacional de acceso al libro, y por las alternativas pagadas que se ubican en las 355 librerías (61% del total nacional de acceso al libro) y en los 38 supermercados (6.5% del total nacional de acceso al libro).
Sólo en la Región Metropolitana se concentra el 45% de todas las posibilidades de acceso gratuito al libro (86 bibliotecas), para la forma pagada se tiene el 45% de los supermercados (17 locales) y el 52% de las librerías (184 locales). El mismo estudio muestra que los vendedores de libros prefieren ubicarse en las comunas donde el poder de compra es alto, dejando en el abandono a las comunas de sectores medios y pobres.
En condiciones desfavorables a la diversidad de contenidos y de acceso al libro, el desempeño de los editores puede ser entendido como prácticas que crean las posibilidades para que coexistan diferentes maneras para designar las cosas, su quehacer avala, acompaña, produce y distribuye contenidos inéditos y eficientes para agregar densidad a la bibliodiversidad. Gracias a lo cual, tenemos la posibilidad de aprender otras maneras de conocer el mundo.