Nicolás Muñoz, experto en economía del cobre: “Trámites excesivos generan cuellos de botella que desincentivan la inversión”
El Copper Supply Analyst de CRU analizó el panorama actual del negocio, donde advienen productores de África que ahora se ubican entre los mayores productores y donde Chile se ha visto afectado por mermas en su competitividad debido a largas tramitaciones de permisos.
Permisología, competitividad y atractivo a la inversión son conceptos que han vuelto a aparecer con fuerza desde el sector minero nacional. Esto, en particular, por una noticia proveniente desde el corazón del continente africano, donde la República Democrática del Congo ha conseguido posicionarse como segundo productor de cobre a nivel global, después de Chile.
Con una ley de mineral de hasta 6%, en esta república africana, el atractivo para invertir ha aumentado en los últimos años. Chile en cambio, con leyes de cobre promediando actualmente 1,6% lleva los últimos 20 años estancado en producción, aunque todavía muy por sobre Congo. Sobre este último punto, un tema que hoy mantiene al sector público y privado trabajando apunta a los permisos que se requieren para aprobar proyectos. Trámites más largos de lo previsto pueden alejar potenciales inversionistas.
Para aclarar este panorama conversamos con Nicolás Muñoz, Copper Supply Analyst CRU, quien es experto en economía minera, particularmente del cobre.
Nuevos actores en la producción cuprífera mundial
Recientemente se dio a conocer que la República Democrática del Congo está superando a Perú como segundo productor mundial de cobre. A propósito de este hecho, ¿podría significar una amenaza para el liderazgo de Chile como principal productor de cobre?
Sí, efectivamente, Perú y la República Democrática del Congo (DRC) se estarán disputando estrechamente el segundo lugar como productor de cobre mina en los próximos años. Sin embargo, hacia el final de la década, DRC debería consolidarse en la segunda posición, producto de las expansiones que tienen contempladas sus operaciones existentes.
Si bien el crecimiento de DRC ha sido tremendo los últimos años, esto no significa una amenaza para Chile en términos de liderazgo en producción, al menos hacia finales de la década. Chile debería seguir produciendo sobre las 5.3 Mt, mientras que en el país africano se aproximará a las 3.0 Mt. El margen aún es amplio. En el largo plazo, si aumentan los descubrimientos en DRC y no aparecen nuevos proyectos en Chile, podría darse que esa brecha se estreche, pero ya sería un escenario especulativo. De todas maneras, esto deja en evidencia que hay otras jurisdicciones que están produciendo cobre, y Chile está perdiendo participación.
¿Qué factores explican el avance de la Rep. Democrática del Congo en materia de producción cuprífera?
Primero, la riqueza del país en recursos minerales, no solo en cobre, sino que también otros metales de interés como el cobalto. Hoy en día se encuentran produciendo en torno a 40 operaciones y el potencial geológico es tremendo.
No obstante, la explotación de estos recursos no sería posible sin la inversión. La apuesta de capitales extranjeros ha sido clave para el desarrollo de sus proyectos mineros. Por un lado, tenemos la fuerte inversión de China en el país africano, quienes mantienen participación en la mayoría de las operaciones de DRC. Para las empresas occidentales listadas en bolsa aún es complejo operar en África, por lo que China ha cubierto ese espacio.
En segundo lugar, está la participación de Robert Friedland, un multimillonario norteamericano que apostó por desarrollar minería en DRC hace años atrás. Friedland fundó la compañía Ivanhoe Mines, que opera la mina Kamoa Kakula, uno de los mayores descubrimientos de los últimos años, que produce hoy en día en torno a las 400,000 toneladas de cobre fino, y que tiene planes de seguir expandiéndose. La perseverancia de Friedland fue clave para materializar el proyecto que impulsó a DRC a los niveles productivos de hoy en día.
¿Cómo competir frente a leyes de mineral tan altas a propósito de las que están en los yacimientos provenientes de África, como lo es en la DRC?
Es clave que en el país la actividad minera se desarrolle en un ecosistema idóneo para su desarrollo. Entre los puntos más destacados se encuentran el contar con un marco regulatorio confiable y claro, la gobernanza, la dotación de recursos y logística.
Aún cuando los proyectos en Chile sean de baja ley, y de altos costos, si los cuatro puntos indicados están en armonía, los proyectos seguirán siendo atractivos para inversionistas.
Los negocios mineros son de largo plazo y de alto riesgo, por lo que las reglas claras del juego son fundamentales para la toma de decisiones.
Permisos, competitividad e incertidumbre
¿Cómo afecta a la competitividad de la minería chilena la demora en la tramitación de los permisos para concretar proyectos de inversión?
Toda situación que genere incertidumbre afecta la competitividad. Las demoras en la aprobación de los permisos requeridos impactan directamente en los plazos definidos de la puesta en marcha de un proyecto. Esto trae consecuencias no solo en los plazos, sino que también en los costos del proyecto. Postponer el inicio de producción, afecta la rentabilidad del proyecto, e impacta negativamente en la capacidad productiva del país. Además, los trámites excesivos generan cuellos de botella, que finalmente desincentivan la inversión.
Desde el Gobierno se han comprometido a optimizar el proceso para la obtención de estos permisos, otorgando mayor fluidez, entre otras medidas encaminadas en esta dirección. ¿Cuánta urgencia tenemos en esta materia para abordar el problema que enfrenta la industria?
Considerando la situación actual de la minería en Chile, es decir, con una producción de cobre que no crece hace cinco años, y aún con dudas en el plan de explotación de litio, creo que es urgente que se aborde esta materia, especialmente porque es gestionable, es decir, requiere que los distintos actores actúen de manera de coordinada, en pro de reducir la burocracia involucrada en este tema. Esto no significa bajar los estándares, por el contrario, es asegurar que las cosas se hagan bien con la mayor eficiencia posible.
Dado el rol clave de la minería en la economía del país, y ante las buenas perspectivas de demanda de cobre y litio, es un buen paso que se esté avanzando en optimizar estos procesos, en pro de incentivar la inversión.
¿Qué se requiere para avanzar en la materialización del portafolio de proyectos mineros cifrado en US$ 73.655 millones (de acuerdo con el último catastro de Cochilco)?
Primero que todo, destacar que varios de los proyectos que aparecen en el portafolio de proyectos indicado ya entraron en operación, o están en construcción, como es el caso de Quebrada Blanca 2 (QB2), Salares Norte, Rajo Inca, Desarrollo Mantoverde, entre otros, por lo tanto, gran parte de esos 73 mil millones de dólares ya fueron o están siendo materializados.
Sin embargo, el desafío está en los proyectos aún en estudio y en etapa de toma de decisiones. Acá el tema es más complejo, porque no solo se necesitan las condiciones idóneas para incentivar la inversión (como se trató en las preguntas anteriores), sino que también hay factores técnicos económicos de cada proyecto que influyen en que el mismo avance. La alta inversión inicial y sobrecostos que han experimentado los proyectos, los desafíos ESG, la menor calidad de los yacimientos, son elementos que abren la discusión respecto al tremendo desafío que significa desarrollar un proyecto minero. Hoy en día, empresas productoras se cuestionan si es más conveniente construir un nuevo proyecto desde cero, o fusionarse/adquirir otra compañía para aumentar su producción atribuible.
El tema de los permisos tratado anteriormente también podría destrabar algunos proyectos en carpeta.