Recientemente el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, anunció que Chile se sumará al grupo de países que buscará intercambiar información tributaria sobre los criptoactivos para reducir la evasión.
La idea responde a una solicitud, por parte de la OCDE, de generar un nuevo estándar que comience a implementarse en el año 2027. Lo anterior, en el marco de un compromiso suscrito por nuestro país, junto a otras naciones y territorios, con la finalidad de promover el intercambio automático de información fiscal sobre criptoactivos.
¿Pero esto es novedad? Claro que no. Los acuerdos multilaterales y legislaciones de carácter global no son novedad para los chilenos.
FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act) había ya revolucionado la industria financiera, de la cual si no la adoptábamos, nos quedábamos fuera del mercado. Fuimos testigos de cómo esta legislación estadounidense dejó a los bancos de Chile y del mundo con varios cambios operativos y de cumplimiento. Posteriormente, a mediados del 2014, vimos cómo casi un centenar de países asimilaban el modelo de Competent Authority Agreement (CAA) y los “Common Reporting Standards” (CRS), denominado informalmente GATCA, y del cual Chile también se hizo parte, con modelos influenciados principalmente por FATCA, y a sus modelos de Intergubernamental Agreement (IGA) modelo 1. En términos generales GATCA requiere que bancos e instituciones financieras, así como también todo tipo de fondos de inversión, e incluso entidades no financieras reporten directamente a sus autoridades tributarias locales respecto a las cuentas activas o pasivas de sus clientes, información que luego es intercambiada por las autoridades tributarias de forma automática. De esta forma las instituciones financieras pasaron de FATCA, rastreando US persons y reportando sus cuentas al IRS (IGA modelo 2), a GATCA, identificando ahora cuentas de ciudadanos de diversos orígenes, y reportándolas a diversas autoridades tributarias.
Hoy nos encontramos con el Marco de Información sobre Crypto-activos o CARF (Crypto-Asset Framework Reporting en inglés), que establece precisamente la manera de las autoridades tributarias acceder y solicitar información fiscal a efectos de evitar la evasión Fiscal. Chile ya ha informado que será parte de ello en lo sucesivo, y nos hemos sumado a la iniciativa global.
Por esta razón, no cabe duda que el anuncio de que Chile sea parte de este nuevo estándar orientado al intercambio de información tributaria sobre criptoactivos para reducir la evasión como parte de una iniciativa de la OCDE, que debe comenzar a implementarse a contar del año 2027, es una muy buena noticia y también oportunidad no sólo para el país, sino también para la industria, sus usuarios y potenciales nuevos clientes, entendiendo que el intercambio de información automática es un importante aliciente para acelerar procesos de fiscalización y hacerlos más eficientes y precisos. La transparencia fiscal y la cooperación internacional entre jurisdicciones tributarias se ha transformado en un concepto clave en la actualidad, respecto del cual las empresas multinacionales e instituciones financieras globales que operan de forma transfronteriza tienen hoy más que nunca en cuenta. Pero debemos saber manejarla, proteger la documentación de los consumidores financieros y velar por el correcto uso de dichos datos.
Desde ya estamos a disposición para colaborar, trabajar y construir un acuerdo favorable para la industria, sus usuarios, Chile y el mundo.