Vaticano espera que el Papa pueda reunirse con familias de rehenes de Hamás a la brevedad

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha pedido un "alto el fuego" y "la llegada de ayuda, la atención a los heridos". Estos son, a su juicio, "los dos 'fuegos' principales en torno a los cuales debe girar la solución del problema".

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha anunciado que el Vaticano está «trabajando» en un encuentro entre el Papa Francisco y las familias de los rehenes secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre en su ataque contra Israel.

«Esperamos poder realizarlo lo antes posible», ha manifestado Parolin en declaraciones a los periodistas en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, al margen del acto organizado por Teléfono Azzurro ‘Rompamos el silencio’, sobre los abusos a menores.

Según ha indicado, «la liberación de los rehenes es uno de los puntos fundamentales de la solución del problema actual, del aspecto humanitario, de los que están allí: mujeres, hombres, niños, bebés, mujeres embarazadas».

Asimismo, ha pedido un «alto el fuego» y «la llegada de ayuda, la atención a los heridos». Estos son, a su juicio, «los dos ‘fuegos’ principales en torno a los cuales debe girar la solución del problema».

Asimismo, ha condenado las acciones de guerra contra hospitales en Gaza. «El respeto a los hospitales y lugares de culto es un aspecto fundamental del derecho internacional humanitario. No hay ninguna razón para utilizar los hospitales para ninguna acción de guerra», ha declarado, añadiendo que, por lo tanto, «la condena es total».

También ha hecho referencia a la esperanza, expresada en repetidas ocasiones por el Papa, de llegar a convocar una nueva Conferencia de Helsinki, en la estela del evento de 1975 que puso fin a la Guerra Fría. «Esperemos, esperemos», ha exlcamado el cardenal, al tiempo que ha señalado que una «señal positiva» se produjo este jueves con el encuentro entre Biden y Xi Jinping en San Francisco.

Para Parolin, se trata de «un paso adelante en las relaciones entre Estados Unidos y China» y un progreso en una situación de «tensión general». (Europa Press)

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El Periodista