Bolsa de Nueva York suspende negociación de WeWork en medio de rumores de quiebra
Las acciones de WeWork, que llegó a valorarse en casi 50.000 millones de dólares, se han depreciado casi un 99% en lo que va de año, cerrando el pasado viernes a 0,84 dólares, muy por debajo del precio récord de 14,97 dólares que llegó a marcar el 22 de octubre de 2021.
La negociación de las acciones de la multinacional de alquiler de oficinas y espacios de ‘coworking’ WeWork ha sido suspendida este lunes «a la espera de noticias» por el operador de la Bolsa de Nueva York, después de las informaciones aparecidas durante la semana pasada sobre la inminente declaración en bancarrota de la empresa.
El diario ‘The Wall Street Journal’ informaba la semana pasada, citando fuentes conocedoras, de que la empresa estaría planeando presentar de forma inminente una solicitud para acogerse a la protección del capítulo 11 de la ley de quiebras para reestructurar su actividad.
Las acciones de WeWork, que llegó a valorarse en casi 50.000 millones de dólares, se han depreciado casi un 99% en lo que va de año, cerrando el pasado viernes a 0,84 dólares, muy por debajo del precio récord de 14,97 dólares que llegó a marcar el 22 de octubre de 2021, un día después de su debut bursátil.
Los títulos de la compañía comenzaron a cotizar en Wall Street en octubre de 2021 de la mano de BowX Acquisition, una empresa de compra de propósito especial (SPAC), dos años después de que WeWork se viera forzada en septiembre de 2019 a cancelar su salto al parqué, poco después de que Adam Neumann, cofundador de la firma, decidiera dejar el cargo de consejero delegado.
WeWork informó en agosto que registró pérdidas de 349 millones de dólares en el segundo trimestre del año, lo que representa una disminución del 39,5% respecto de los ‘números rojos’ contabilizados por la compañía en el mismo periodo de 2022, lo que elevaba a 613 millones de dólares (571 millones de euros) los ‘números rojos’ del primer semestre.
Sin embargo, a pesar de reducir sus pérdidas, la compañía advirtió entonces de que, como resultado de las pérdidas de la empresa y las necesidades de efectivo proyectadas, combinadas con una mayor rotación de miembros y niveles de liquidez, «existe una duda sustancial sobre la capacidad de la compañía para continuar como un negocio en marcha». (Europa Press)