El escritor peruano Mario Vargas Llosa ha lanzado al mercado la que será su última novela, ‘Le dedico mi silencio’ (Alfaguara), asegurando que le «molesta que la chismografía se haya apoderado de una parte» de su vida, aunque es algo que no le «preocupa ni ofende».
«Lo importante para mí serán siempre las novelas y los ensayos, la cultura y las ideas liberales que llevo años defendiendo. La gente que tiene claras esas prioridades no hace caso a las tonterías que dice cierta prensa sobre mi vida, y que con frecuencia son inventadas», ha señalado el autor en respuesta a un cuestionario a un reducido grupo de prensa.
‘Le dedico mi silencio’, novela que se publica este jueves 26 de octubre en todos los territorios de habla hispana, tiene por protagonista a un experto en música criolla que confía en cambiar su país a través de las canciones. «He decidido que esta sea la última novela porque hacerlas me toma tres o cuatro años y, aunque me crea un Matusalén, no aspiro a vivir tanto», ha indicado.
No obstante, ha matizado que tras terminar con esta historia a la que ha cogido «mucho cariño», seguirá escribiendo –ahora está trabajando en un ensayo sobre Sartre, que tuvo mucha influencia en su juventud– «hasta el último día» de su vida. «Ojalá me alcancen las fuerzas para seguir haciéndolo», ha añadido.
A sus 87 años, Vargas Llosa asegura estar «en paz» consigo mismo. «He llegado a esta edad muy tranquilo y trabajando hasta el hartazgo. Me parece que voy a cumplir aquello de quedarme con un lapicero en la mano. Eso sería mi ideal: morir en medio de una palabra que se quedó sin terminar», ha remarcado el autor de ‘Conversación en La Catedral’.
Vargas Llosa ha defendido que una vida entera dedicada a la literatura «merece la pena» — «las personas que más admiro han sido los escritores que han continuado hasta el último instante imaginando historias», ha añadido– y también apuesta por que su obra encuentre continuadores entre los nuevos autores. «Lo seguro es que mi obra tendrá sus cultores y también, por supuesto, sus críticos y burladores, y hasta puede que imitadores. Unos y otros me dan un auténtico placer», ha defendido con humor.
El escritor con nacionalidad española también ha repasado la actualidad, rechazando «aceptar las predicciones pesimistas» debidas a los diferentes conflictos bélicos. «Los problemas se van resolviendo poco a poco, a pesar de que unos pocos locos insistan en esas masacres horrendas», ha indicado.
GUERRAS JUSTAS E INJUSTAS
Para vargas Llosa, pese a que la democracia «ha hecho avanzar mucho» a las naciones que la practican, las últimas «desgracias como la ocurrencia de Vladimir Putin de apoderarse de Ucrania» y la guerra entre Israel y Hamas, no deben mantener «indiferente» a la sociedad.
«Debemos apoyar a quienes, como los ucranianos, están dando la batalla con mucho coraje por un mundo libre. Y no pierdo la esperanza de que se llegue a un acuerdo en Oriente Medio que detenga el terrorismo islamista contra Israel y que haga justicia a los palestinos, que han sufrido mucho, asunto sobre el que he escrito mucho. Ojalá se logre evitar que sigan los bombardeos contra Gaza», ha apuntado.
En cualquier caso, ha matizado que existen guerras «justas e injustas» y pone como ejemplo de esta última lo que está ocurriendo en Ucrania «por la voracidad de un sujeto que carece de elementos para materializar sus apetitos». «La guerra contra Hitler era una guerra justa, evidentemente. Y, en general, cuando un país es invadido, tiene el derecho de defenderse», ha destacado.
ESPAÑA, «UN PAÍS GRANDE» DEL QUE SE SIENTE «PARTE»
Asimismo, ha ensalzado a España, un país «grande» del que se siente «parte». «Lamentablemente para nosotros, España ahora está muy lejos de América Latina, en gran parte por su filiación al continente europeo. Pero, al mismo tiempo, a medida que los latinoamericanos se desentienden de sus países están contribuyendo a fortalecer España porque la inmigración latinoamericana, con todos los desastres que se han producido allí en los últimos años, ha sido constante. Bien hecho que así sea», ha remarcado.
Por último, Vargas Llosa ha hecho alusión también a la cultura de la cancelación, un «grave atentado a la libertad de expresión y de pensamiento». «Es una tragedia que se dé en tantas universidades y en el mundo cultural, donde hemos visto libros y obras de arte retiradas de circulación por culpa de una censura absurda», ha concluido. (Europa Press)