Radicalismo argentino (que estuvo con Bullrrich) rechaza apoyo a Milei: «Jamás podríamos tener nada que ver con su espacio»
Tampoco apoyaron a Sergio Massa y dejaron en libertad de acción a su militancia.
La Unión Cívica Radical (UCR) de Argentina, el otro partido del expresidente Raúl Alfonsín e integrante de la alianza opositora Juntos por el Cambio (centroderecha) que quedó tercera en las elecciones generales del domingo, se distanció de su excandidata presidencial, Patricia Bullrich, quien anunció que apoyaría al postulante de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei.
«La UCR no acompañará a ninguno de los dos candidatos», anunció esta fuerza en un comunicado este miércoles en referencia también al candidato oficialista a la presidencia y ministro de Economía, Sergio Massa.
En su comunicado, el partido ratificó que no apoyaría a ninguno de los candidatos que compiten por la segunda vuelta, ni por Sergio Massa, candidato de la coalición peronista gobernante (Unión por la Patria) que ganó las elecciones con 36,6 por ciento de los votos, ni por Javier Milei, que quedó a 6,7 puntos porcentuales de distancia.
«Los argentinos votaron, y son los únicos dueños de los votos. Ningún dirigente lo es. Cada uno de ellos decidirá en el balotaje por su preferencia», señaló la UCR, integrante del Juntos por el Cambio junto a la Coalición Cívica y al PRO, fuerza fundada por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
Tras la reunión de su comité nacional, la UCR reivindicó su «extensa historia en defensa de la democracia», y recordó que a esta fuerza responden diez de los 24 gobernadores del país, «cientos de intendentes, 93 diputados (de los 257) y 24 senadores (de los 72).
El partido responsabilizó al presidente, Alberto Fernández, a la vicepresidenta, Cristina Fernández, y al ministro y candidato «del estado del país, de su empobrecimiento, del proceso inflacionario, la corrupción y del deterioro social y económico de Argentina».
Sobre el candidato presidencial de La Libertad Avanza, la UCR criticó su «extremismo demagógico» y lo acusó de atentar contra la convivencia.
«Jamás podríamos tener nada que ver con su espacio», zanjó.
(Sputnik)