Papa Francisco pide liberación de rehenes secuestrados por Hamás y entrada de ayuda humanitaria en Gaza
Sigo rezando por los que sufren, esperando caminos de paz en Oriente Medio, en la martirizada Ucrania y en otras regiones heridas por la guerra", ha expresado Francisco.
El Papa Francisco ha reclamado este miércoles, durante la audiencia general, la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás, la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, y ha reiterado su invitación a la jornada de oración y ayuno por la paz, que se celebrará este viernes 27 de octubre.
«Aliento la liberación de los rehenes y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Sigo rezando por los que sufren, esperando caminos de paz en Oriente Medio, en la martirizada Ucrania y en otras regiones heridas por la guerra», ha expresado Francisco al final de la catequesis de este miércoles en la Plaza de San Pedro, en su saludo en italiano.
Según informa el portal oficial del Vaticano ‘Vatican News’, el Papa ha asegurado que piensa «siempre en la grave situación de Palestina, de Israel» y que no olvida a «la martirizada Ucrania».
También ha subrayado la «urgencia de la paz», en su saludo a los fieles de lengua portuguesa. «En este momento, no dejemos que las nubes del conflicto oculten el sol de la esperanza. Al contrario, confiemos a la Virgen la urgencia de la paz para que todas las culturas se abran a la efusión de la armonía en el Espíritu», ha subrayado.
Además, ha invitado a unirse a la jornada de oración del próximo viernes. «Viviremos una jornada de ayuno, oración y penitencia. A las 18:00 horas, en San Pedro, nos reuniremos en oración para implorar la paz en el mundo», ha señalado.
En su catequesis de este miércoles, el Papa Francisco ha reflexionado sobre la figura de dos misioneros, Cirilo y Metodio, proclamados por Juan Pablo II copatronos de Europa, y ha destacado de ellos tres aspectos: la unidad, la inculturación y la libertad.
Siguiendo el ejemplo de estos santos, el Pontífice ha exhortado a ser «instrumentos de unidad, de paz», estableciendo en el entorno de cada uno «relaciones cordiales, que contribuyan a superar el odio y las contraposiciones que hieren y que dividen a la gran familia humana». (Europa Press)
