Nuestra galaxia vecina Andrómeda tiene una historia dramática
Los científicos han pensado durante mucho tiempo que es probable que Andrómeda haya experimentado una fusión de dos galaxias, basándose en la posición y el movimiento de las estrellas individuales en la galaxia.
La formación de Andrómeda, nuestra galaxia vecina, fue más dramática y contundente que la de nuestra propia Vía Láctea, según revela una nueva investigación de arqueología galáctica.
Después de un intenso estallido inicial de formación estelar que creó la galaxia, se produjo una capa secundaria de estrellas hace entre 2.000 y 4.500 millones de años, probablemente provocada por lo que los científicos llaman una «fusión húmeda»: una fusión de dos galaxias ricas en gas que instiga una gran cantidad de formación estelar.
Los científicos han pensado durante mucho tiempo que es probable que Andrómeda haya experimentado una fusión de dos galaxias, basándose en la posición y el movimiento de las estrellas individuales en la galaxia.
La nueva investigación dirigida por el profesor de la Universidad de Hertfordshire Chiaki Kobayashi arroja nueva luz sobre la naturaleza y el impacto de tal fusión utilizando la composición química de las estrellas y explica cómo se formaron las estrellas y los elementos a lo largo de la historia de Andrómeda.
«Este es un ejemplo fantástico de cómo la arqueología galáctica puede proporcionar nuevos conocimientos sobre la historia de nuestro universo. Al analizar la abundancia química en diferentes edades de las estrellas En Andrómeda podemos dar vida a su historia y comprender mejor sus orígenes», dijo en un comunicado.
«Aunque en muchos aspectos Andrómeda es similar a nuestra propia Vía Láctea (es una galaxia de disco espiral de tamaño similar), nuestra nueva investigación confirma que su historia es mucho más intensa y dramática, con estallidos de actividad que forman estrellas en abundancia y dos estrellas distintas eras de formación estelar», añadió
El estudio, aceptado para su publicación en The Astrophysical Journal Letters y disponible en arXiv, examina las abundancias elementales en Andrómeda, en particular la presencia de nebulosas planetarias: gas y polvo que se forman a partir de las capas exteriores desechadas de estrellas moribundas de baja masa y estrellas ramificadas de gigantes rojas.
El modelo teórico del profesor Kobayashi predice dos composiciones químicas distintas de las estrellas en los dos componentes del disco de Andrómeda: una tiene diez veces más oxígeno que hierro, mientras que otra tiene una cantidad similar de oxígeno y hierro. Este modelado ha sido confirmado por las observaciones espectroscópicas de nebulosas planetarias y también por las de estrellas gigantes rojas con el Telescopio Espacial James Webb (JWST).
El nuevo estudio continúa la investigación en curso del profesor Kobayashi sobre el origen de los elementos en el universo. Como ella misma explica, «el oxígeno es uno de los llamados elementos alfa producidos por las estrellas masivas. Los otros son el neón, el magnesio, el silicio, el azufre, el argón y el calcio.
«El oxígeno y el argón se han medido con nebulosas planetarias, pero Andrómeda está tan lejos que se requiere JWST para medir otros elementos, incluido el hierro. En los próximos años, JWST y grandes telescopios terrestres seguirán mirando a Andrómeda, dando más peso a los nuevos hallazgos.» (Europa Press)