Mohammed VI manifestó ante el Parlamento la voluntad de «edificar y reconstruir» con solidaridad y valores nacionales

El monarca marroquí, en un discurso con motivo de la apertura de la I sesión del III año legislativo, se refirió al sismo que sufrió su país y la reconstrucción.

El Rey Mohammed VI, acompañado del Príncipe Heredero Moulay El Hassan y el Príncipe Moulay Rachid, dirigió hoy un discurso al Parlamento con motivo de la apertura de la primera sesión del tercer año legislativo de la undécima legislatura de Marruecos.

El monarca inicio su alocución refiriéndose al sismo que golpeó a su país, el pasado 8 de septiembre y que dejó un saldo de casi 3 mil muertos. «Enorme ha sido la desgracia y muy fuerte el dolor, afectándonos a todos, Rey y pueblo, de Tánger a Lagwira, y de este a oeste del país», dijo, asegurando que tras la tragedia la voluntad «no es otra sino la de edificar y reconstruir», brindando asistencia a las familias afectadas y acelerando la rehabilitación y reconstrucción de las zonas siniestradas, disponiendo los servicios básicos.

           Fernando Sánchez / Europa Press

«A pesar de la magnitud de la catástrofe, alivia el dolor e infunde orgullo lo que han demostrado los actores de la sociedad civil y la generalidad de los marroquíes, dentro y fuera del país, aportando una sincera asistencia y una solidaridad espontánea con sus hermanos siniestrados» señaló el monarca quien elogió «los sacrificios consentidos por las Fuerzas Armadas Reales y demás fuerzas de seguridad, departamentos gubernamentales y administración territorial, para rescatar y socorrer a los habitantes de las zonas perjudicadas».

«No podemos dejar de renovar Nuestros agradecimientos a los países hermanos y amigos, que manifestaron su solidaridad con el pueblo marroquí, apoyándonos en estas duras y dolorosas circunstancias» prosiguió Mohammed VI.

Valores marroquíes

El monarca sostuvo que la catástrofe dejó ver «la primacía de los genuinos valores marroquíes, que han permitido a nuestro país superar las adversidades y las crisis, haciéndonos más fuertes y más decididos, para continuar nuestro camino, con toda confianza y optimismo».

«He aquí el espíritu que nos anima y los nobles valores que corren en nuestras venas, y que consideramos como la piedra angular de la unidad y cohesión de la sociedad marroquí», agregó.

Enumeró luego esos valores, «fundadores de la identidad nacional unitaria», dijo:

• Primero: Los valores religiosos y espirituales, encabezados por los del Islam sunní maliquí, forjados en torno al Emirato de los creyentes, que preconiza el término medio y la moderación, en el seno de la apertura sobre el otro, amén de la tolerancia y coexistencia entre las distintas confesiones y civilizaciones.

Esto es lo que ha hecho de Marruecos un modelo notable de convivencia entre los marroquíes, musulmanes y judíos, dentro del respeto de las demás culturas y confesiones.

• En segundo lugar: Los valores nacionales que fundaron la nación marroquí, basada en la monarquía, que goza de la unanimidad entre los marroquíes, y que ha unido a todos los componentes del pueblo marroquí, sobre la base de la sólida cohesión y recíproca pleitesía entre Trono y pueblo.

El amor a la patria y la unanimidad en torno a la unidad nacional y territorial, son considerados como valores constantes y arraigados de Marruecos, que unen a los marroquíes y constituyen el marco en el que convergen todos los afluentes de la unidad nacional unitaria, rica por su diversidad.

• En tercer lugar: Los valores de solidaridad y cohesión social, entre grupos, generaciones y regiones, convirtieron a la sociedad marroquí en un edificio sólido donde las partes se refuerzan unas a otras.

Mohammed VI exhortó a todos a seguir unidos en torno a estos valores, en consideración del papel que desempeñan en el arraigo de la unidad nacional, cohesión familiar, preservación de la dignidad humana y consolidación de la justicia social, «especialmente a la luz de las profundas y rápidas mutaciones que el mundo está viviendo en la actualidad, dando lugar a una notable regresión en el sistema de valores y referencias, e incluso abandonándolo a veces».

Código de Familia

El monarca del país del norte de África, además, aprovechó el contexto para referirse al mensaje que dirigió al presidente del gobierno sobre la revisión del Código de la familia.

«La sociedad será buena y útil cuando sus familias lo sean también, y además sean equilibradas; si esta se desintegra, la sociedad pierde su brújula. Por ello, obramos por protegerla mediante grandes proyectos y reformas como puede ser la obra de generalización de la protección social, que consideramos como un soporte básico para nuestro modelo social y de desarrollo» argumentó.

Anunció, entonces, que a fines de este año será puesto en marcha el programa de apoyo social directo que no estará limitado a los subsidios familiares, sino que abarcará también a determinadas categorías sociales necesitadas.

«Este apoyo estará destinado a los niños en edad escolar, así como aquellos con discapacidades o recién nacidos; además de las familias necesitadas y en situación precaria, sin hijos en edad escolar, especialmente aquellas que se hacen cargo de personas mayores» aseguró Mohammed VI.

El programa, dijo el monarca, contribuirá a elevar el nivel de vida de las familias concernidas, así como a combatir la pobreza y la precariedad y a mejorar los índices de desarrollo social y humano. «Cuando una sociedad es muy solidaria e inmune contra las emergencias y mutaciones coyunturales, crece su producción y crecen sus iniciativas», puntualizó.

La iniciativa será implementada de manera escalonada, tomando en consideración el desarrollo de los fondos asignados y determinando el nivel óptimo de cobertura, el monto de las transferencias y las modalidades de su gestión. Asimismo, esta implementación debe ser modélica, tomando como base el sistema de beneficiarios establecido por el Registro social unificado y aprovechando la eficiencia que ofrecen las nuevas tecnologías.

«Insistimos, dijo Mohammed VI, en el necesario respeto de los principios de solidaridad, transparencia y equidad, aportando el apoyo a las personas que lo merezcan e invitamos al Gobierno a obrar para dar prioridad a la racionalización y eficiencia de los programas de apoyo social existentes actualmente, asegurando la sostenibilidad de los medios de financiación.

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El Periodista