Los 27 discuten este lunes su papel en el conflicto en Gaza
La UE tiene un papel que jugar, aunque según reconocen fuentes diplomáticas, no lo tiene muy definido y por el momento se centrará en aliviar la situación humanitaria en Gaza y conseguir la entrega de ayuda desde Egipto.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea discuten este lunes en Luxemburgo la situación en Oriente Próximo con la vista puesta en contribuir a rebajar el conflicto entre Israel y Hamás y garantizar la ayuda humanitaria a la Franja ante la creciente crisis provocada por los bombardeos israelíes
El ataque sin precedentes del grupo terrorista islámico del pasado 7 de octubre ha abierto una nueva era en el largo conflicto entre Israel y Palestina que obliga a los Veintisiete a calibrar su acción diplomática para evitar una escalada regional del conflicto y frenar las consecuencias de otra guerra a gran escala a las puertas de su vecindario.
La UE tiene un papel que jugar, aunque según reconocen fuentes diplomáticas, no lo tiene muy definido y por el momento se centrará en aliviar la situación humanitaria en Gaza y conseguir la entrega de ayuda desde Egipto. Europa carece de la influencia en la zona que sí tiene Estados Unidos, aliado clave de Israel, aunque está aumentando los contactos para permitir los corredores humanitarios y resolver la situación de los 200 rehenes tomados por Hamás.
«Los estadounidenses tiene mucha más influencia que nosotros pero eso no significa que no tengamos un rol que jugar», apunta esa misma fuente diplomática, con la que coincide un alto cargo de la UE que señala que el bloque no puede llevar el peso de la mediación y señala a Turquía o Qatar por su influencia en Hamás.
Aunque el conflicto inaugura otra fase, en Bruselas señalan que el problema de fondo entre israelíes y palestinos seguirá siendo el mismo, por lo que la diplomacia europea redoblará su apuesta por la negociación para la creación de dos Estados bajo los parámetros de las resoluciones de Naciones Unidas.
La cita en Luxemburgo será otra ocasión para apuntalar la unidad europea después de una primera respuesta al conflicto que dejó entrever las costuras entre Estados miembros y entre instituciones comunitarias, después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no se ciñera a la posición oficial de la UE y evitara denunciar el bloqueo de Gaza.
En el seno del bloque se considera crucial mantener la unidad «todo lo posible» y evitar divisiones después de que los líderes dejaran clara la posición de la UE en un comunicado el pasado fin de semana, luego recalcado en la cumbre por videoconferencia.
El bloque europeo pone límites a Israel en su derecho a la defensa, insistiendo en que debe ejercerlo «de acuerdo con el Derecho Humanitario y el Derecho Internacional» y reitera la importancia de «garantizar la protección de todos los civiles, en todo momento». Por el momento, los Veintisiete no ven acertado llamar a un alto el fuego como pide Naciones Unidas y algunos países árabes, aduciendo que hay que apoyar el derecho a defenderse de Israel en línea con el Derecho Internacional, como se respalda el de Ucrania frente a Rusia.
Precisamente Ucrania será el otro gran tema de debate entre ministros, que discutirán los compromisos a largo plazo en apoyo militar y político a Kiev ante la invasión rusa. Ante la nueva escala del conflicto en Gaza, que eclipsa la atención mediática y de la opinión pública, la UE busca seguir priorizando en su agenda el respaldo a Ucrania, ante una crisis que se presenta «existencial» para los europeos.
Los Veintisiete reconocen además el reto que supone mantener cerca al llamado sur global, principalmente países africanos, latinoamericanos y asiáticos, con el que quiere preservar el apoyo conseguido ante la invasión rusa en Ucrania, ante los intentos de Moscú de explotar las contradicciones de Occidente en Oriente Próximo.
La reunión también estará marcada por la reciente reunión del primer ministro húngaro, Viktor Orban, con el presidente ruso, Vladimir Putin, que le convirtió en el primer líder occidental que estrechaba su mano desde la invasión de Ucrania.
La imagen genera malestar entre los socios europeos, que ya lo trataron a nivel de embajadores, y no se descarta que provoque criticas de los ministros cuando se vean las caras en Luxemburgo. En todo caso, la diplomacia comunitaria insiste en que el encuentro no cambia un ápice la posición de la UE hacia Rusia y la ruptura total de relaciones, incluyendo la mayor retahíla de sanciones nunca aprobadas por el bloque. (Europa Press)