Irán denuncia que Nobel a la activista Mohamadi es una «politización» de los DDHH

"Deberían llamarlo el Premio Nobel Político", insiste la agencia IRNA en un editorial en el que compara el galardón al recibido por el exsecretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger, a quien describe como "responsable de crímenes masivos en el este de Asia y Chile".

El Gobierno de Irán ha denunciado este viernes que la entrega del premio Nobel de la Paz 2023 a la activista Narges Mohamadi es una «acción tendenciosa y políticamente motivada» y que va en la línea de las políticas «antiiraníes» de algunos países europeos.

Así lo ha manifestado el portavoz de Ministerio de Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, en un comunicado, en el que incluye a Noruega, país al que pertenece el comité que concede la distinción, entre esos países contrarios a Teherán, recoge DPA.

Antes, la agencia oficial de noticias iraní IRNA había criticado también el premio a Mohamadi, encarcelada por delitos contra el Estado en lo que las ONG denuncian como una persecución política, como «una cooperante de grupos terroristas».

«Deberían llamarlo el Premio Nobel Político», hace saber la agencia en un editorial en el que compara el galardón al recibido por el exsecretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger, a quien describe como «responsable de crímenes masivos en el este de Asia y Chile».

En términos generales, la agencia entiende que el Nobel se ha «desviado de su camino» y se ha convertido en su lugar en un medio «para satisfacer los deseos políticos de los países occidentales y ejercer presión sobre sus enemigos» de modo que «este premio ya no pueda considerarse válido».

IRNA denuncia al Comité Nobel noruego por su «actitud pasiva hacia Estados Unidos» en sus galardones dada su insistencia en conceder este galardón a figuras de este país «a pesar de que los mayores ataques de este país a la paz y la seguridad mundiales han venido de la mano de políticos estadounidenses».

La agencia oficial señala así a Mohamadi como participante en «actividades contra los derechos humanos y contrarias a los intereses de la nación iraní» y colega de la también activista y premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi, cuyo Centro para los Defensores de los Derechos Humanos fue ilegalizado en 2006 por actividades contra el Estado. (Europa Press)

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El Periodista