Solo 3 días alcanzó a exhibirse la instalación de la artista chilena, Emma Malig, en la Bienal de Artes Mediales.
Ello porque el directorio de la Caja de Ahorros de Empleados Públicos, en cuyas dependencias se realizaba el montaje, reevaluó su decisión y puso fin a la exhibición porque «tenía un contenido político no acorde a sus lineamientos», según el comunicado del equipo organizador del evento.
«La decisión de la institución ha llegado a la organización de la Bienal de manera sorpresiva, y configura una grave falta de respeto a la artista, su trayectoria y nuestra institución», agrega.
La Bienal de Artes Mediales, que se realiza ininterrumpidamente desde el año 1993, celebra su edición número 16 este año.
Una de sus principales artistas, Emma Malig, chilena que reside en Francia, participaba con la obra Poesía de sus nombres, la cual fue inaugurada el día 14 de octubre en el salón de la Caja de Ahorros de Empleados Públicos.
La institución donde fue montada nace en el año 1854, y actualmente, luego de haber sido incubada en la Casa de Moneda, Palacio Pereira, entre otros edificios, reside en uno de los edificios que configuran el Paseo Bulnes, en pleno Barrio Cívico de Santiago.
Este histórico núcleo urbano fue escogido por la bienal para desplegar una serie de obras que dan cuenta de la relación que existe entre nuestra sociedad, la historia y la ciudad. Cada obra se convierte en un portal que nos ayuda como comunidad a fijar una relación con esos espacios, y entender colectivamente nuestro presente.
Malig, tal como fue anticipado a la Caja de Ahorros de Empleados Públicos, centra su obra artística en los temas de errancia, migración y exilio.
A lo largo de su vida, ha vivido en París, Berlín y Japón, y desde 1994 reside y trabaja en Francia. Su talento y dedicación han sido reconocidos con numerosos premios y exposiciones tanto individuales como colectivas en diversos países.
Fue invitada a ser parte de la 16 Bienal de Artes Mediales a principios de este año, momento en que ella dio inicio a su trabajo creativo. Durante un primer viaje que realizó a Chile en julio, comenzó una búsqueda del lugar que respondiera a las necesidades de su obra, las que debían significar la vinculación histórica con el país, y contara con una vitrina con un ventanal de gran tamaño que diera directamente al espacio público.
Fue así cómo se llegó al edificio de la Caja de Ahorros de Empleados Públicos, institución que representa una importante organización propia de la República y su historia.
«Desde que iniciamos el contacto con el espacio y presentamos el proyecto estuvimos siempre disponibles a conversar y responder cada una de las solicitudes y dudas que desde la institución se plantearon. La obra histórica de Emma Malig siempre estuvo a disposición, y se planteó que sus contenidos estarían enmarcados en su línea de trabajo, señalan los organizadores.
El 28 de agosto recibieron un correo que confirmaba que el “Directorio de la Caja de Ahorros de Empleados Públicos, había accedido a facilitar un espacio en el salón para presentación de la obra de Emma Malig”.
Sin embargo, el miércoles 18 de octubre, cuando la artista visita el espacio para monitorear el funcionamiento técnico, el personal de la institución le comunica que la obra debía ser desmontada, sin tener la organización de la Bienal conocimiento de esta decisión.
«Más tarde, ese mismo día se nos informa mediante correo electrónico que la obra debía ser desmontada, planteando que ellos eran una institución apolítica por estatutos, por lo que no podían autorizar la exhibición de la obra, y se nos insta a retirarla entre los días 19 y 20 de octubre, indicando que, mientras tanto, la vitrina permanecería cerrada», afirma el comunicado del equipo organizador.
Los organizadores de la Bienal esperan que se revierta la medida, que califican de censura, reafirmando «la importancia de la obra de la artista Emma Malig como una pieza que merece ser respetada y exhibida en nuestro país».