Este año el agujero de ozono sobre la Antártida alcanzó un tamaño calculado entre los mayores registrados, en lo se piensa haya influido la erupción del volcán de Tonga, informó hoy la Agencia Espacial Europea.
De acuerdo con los cálculos del satélite Copernicus Sentinel-5P el agujero midió 26 millones de kilómetros cuadrados el 16 de septiembre de 2023, cifra que representa aproximadamente tres veces el tamaño de Brasil.
Los expertos explican que este volumen fluctúa periódicamente: de agosto a octubre aumenta de tamaño, alcanzando un máximo entre mediados de septiembre y de octubre.
Añaden que cuando las temperaturas en lo alto de la estratosfera comienzan a elevarse en el hemisferio sur, el agotamiento del ozono se desacelera, el vórtice polar se debilita y finalmente se descompone, y hacia fines de diciembre los niveles de ozono vuelven a la normalidad.
Esta variabilidad está determinada en gran medida por la potencia de una fuerte banda de viento que fluye alrededor de la zona antártica, que es consecuencia directa de la rotación de la Tierra y de las diferencias de temperatura entre las latitudes polares y moderadas.
Algunos investigadores creen que los patrones inusuales de ozono de este año podrían estar asociados con la erupción del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai en enero de 2022. (Prensa Latina)