Suspendida hasta el 24 de noviembre quedó la huelga de los controladores de tránsito aéreo, que se en principio sería este jueves, luego de que se abriera una negociación con el gobierno para solucionar los problemas que manifiestan los trabajadores de aeropuertos nacionales.
La medida de fuerza estaba generando preocupación y medidas de contingencia, en las líneas aéreas, por la gran cantidad de pasajeros que se esperaba mañana por el inicio del fin de semana largo que incluye dos feriados, el 27 de octubre y el 1 de noviembre.
De hecho, Latam había anunciado que permitiría a los que tenían vuelo el jueves 26, cambiarlo sin costo alguno.
De acuerdo con lo señalado por el presidente del gremio, Jorge Caro Gálvez, el 68% de los controladores optó por la postergación.
“Esta nueva fecha es una posibilidad de darnos una garantía respecto a que los acuerdos que se han tomado y las propuestas del Gobierno van a ser verificadas con documentos reales, tras esto 30 días de plazo”, advirtió.
“Nosotros esperamos que las inversiones se proyecten, que los recursos lleguen a la Dirección de Aeronáutica y que las leyes de la República contribuyan a ellos, como por ejemplo que se incluya el ítem de navegación aérea en la partida presupuestaria de Defensa que se debe que aprobar en estos días en el Congreso Nacional”, precisó.
“Vamos a amarrar fechas y seremos garantes de que esas fechas se cumplan. En la medida que veamos que estas inversiones que nos prometieron se realizan se va a levantar definitivamente esta movilización», acotó.
PROPUESTA
La propuesta entregada por el Gobierno contempla proyectos de inversión entre el 2024 y 2030 por un costo de 32 mil millones de pesos. También plantea mejoras en las condiciones para el desempeño de control de tránsito aéreo en Santiago y el aumento de la dotación del personal.
Al respecto, Jorge Caro precisó que se trata de “un monto alto, pero quiero que no pierdan de vista que un avión, uno de los 400 aviones que vuelan diariamente en (el Aeropuerto Arturo) Merino Benítez, vale la misma cantidad de dinero o 100 millones de dólares, y esto representa solo alrededor de la mitad».
Los controladores de tránsito aéreo estaban ad-portas a su segunda movilización, en su intento de llamar a atención de las autoridades y obtener respuestas a sus demandas por mayor inversión y mejoras, en pro de entregar seguridad a las operaciones aéreas y la vida de las personas que confían sus vidas en sus manos cada vez que suben a una aeronave.
Este último llamado a movilización, además, coincidió con una caída generalizada de sistemas en la Torre de Control de Santiago (lunes 23 de octubre), hecho que permitió visibilizar la gravedad de la situación que enfrentan estos profesionales aeronáuticos.