Fundación Pablo Neruda pide a la justicia esclarecer muerte del poeta

En 2012 se inició una pesquisa del caso luego de las declaraciones de su chofer y ayudante, Manuel Araya, sobre un posible envenenamiento.

La Fundación Pablo Neruda emitió ayer una declaración donde pide a la justicia un rápido pronunciamiento sobre las causas de la muerte del Premio Nobel de Literatura, al cumplirse 50 años de su deceso.

El autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada y Canto general, falleció en la clínica Santa María el 23 de septiembre de 1973, apenas 12 días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet (1915-2006) contra el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende (1908-1973).

Aunque la versión oficial de la dictadura atribuye el deceso del vate al cáncer de próstata que padecía, en 2012 se inició una pesquisa del caso luego de las declaraciones de su chofer y ayudante, Manuel Araya, sobre un posible envenenamiento.

El comunicado de la fundación recuerda que el golpe de Estado destruyó las bases de la convivencia humana en Chile y afectó profundamente al poeta, quien en pocos días vio arrasados sus ideales y a sus amigos asesinados.

“Cuando los valores democráticos y la defensa de los derechos humanos, tanto en el país como en el mundo, enfrentan los desafíos de nuevos populismos, nuevos fascismos y negacionismos crueles, la figura de Neruda ofrece lecciones para el presente”, sostiene la declaración.

El texto también menciona la censura a su obra y afirma que la finalidad de tales acciones fue provocar la muerte social de Neruda, borrándolo de la historia del país como figura política y cultural debido a su filiación comunista y su papel destacado en la lucha por la justicia social.

Sin embargo, agrega la declaración, la grandeza de sus obras y sus discursos políticos son una llama que mantiene viva su memoria en todo el mundo.

La muerte del Premio Nobel de Literatura 1971 fue objeto de investigación y estudios realizados en laboratorios de varios países demostraron la presencia en sus restos de una gran cantidad de la bacteria Clostridium botulinum, incompatible con la vida.

En declaraciones ofrecidas a la agencia Prensa Latina en febrero pasado, el abogado y sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, aseguró que su tío fue asesinado y precisó que la bacteria inyectada en su cuerpo es la Alaska E43 y es tóxica.

Mientras su ayudante, Manuel Araya, añadió que el crimen se produjo por orden del dictador Pinochet.

Recordó que el poeta era un hombre muy poderoso y durante la guerra civil en España salvó a más de dos mil personas a bordo del buque Winnipeg.

De acuerdo con Araya, sus intenciones eran viajar a México y desde allí pedir ayuda a los gobiernos, intelectuales, escritores y a todos los amigos para derrotar a Pinochet.

“Estoy orgulloso porque ya estamos llegando al final. Si me toca partir, me voy tranquilo porque ya mi verdad salió a la luz”, expresó en aquella ocasión el amigo del poeta, quien falleció cuatro meses después. (Prensa Latina)

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El Periodista