La cancillería informó a través de un comunicado que “la embajadora de Chile ante Reino Unido, Susana Herrera, ha presentado su renuncia voluntaria al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, la que ha sido aceptada”.
Además, explican que la misión en Reino Unido quedará temporalmente a cargo del Encargado de Negocios.
Ayer la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, adelantaron que su caso estaba en estudio. La oposición, en pleno y hasta sectores del oficialismo, criticaron su actuación y habían solicitado su salida de la embajada europea.
Solo el Frente Regionalista y Social Verde, partido que la propuso para el cargo, pero donde ella no militaba, la apoyó tras conocerse sus negociaciones por fuera del ministerio de Relaciones Exteriores y usando su cargo en Londres.
El proyecto de Herrera buscaba la restauración de los terrenos afectados por los incendios en el verano pasado, basándose en la “bioeconomía circular e infraestructura de madera para la formación de capacidades locales sostenibles en la región del Biobío”, informa La Tercera. La propia Herrera lo calculó en cinco millones de dólares y, entre otros asuntos, incluía un mercado de maderas en la localidad de Santa Juana. Herrera envío una carta el 13 de junio pasado –tres días antes de que explotara la primera arista del caso Convenios en el norte de Chile– al gobernador Rodrigo Díaz, donde le pedía la entrega de financiamiento. La embajadora contaba en la misiva que se trataba de una iniciativa trabajada en colaboración con la Circular Bioeconomy Alliance (CBA), una fundación creada por el Rey Carlos III y el reputado estudio de arquitectura Zaha Hadid.
La carta de Herrera tenía el membrete de la embajada y estaba firmada por ella como representante de Chile en el Reino Unido. “Este proyecto puede marcar un hito en la relación entre nuestros países, siendo una nueva forma de hacer diplomacia en la que primen los territorios, los beneficios compartidos y el trabajo conjunto en apoyo directo a las comunidades. Este enfoque ha sido el núcleo de mi labor como embajadora de Chile en el Reino Unido”, remarca Herrera en la misiva reproducida por La Tercera. “Entiendo que un proyecto de esta envergadura y con tal impacto requiere la colaboración de numerosos actores públicos y privados, pero sobre todo de las autoridades regionales. Por esta razón, me permito solicitar su apoyo directo en la búsqueda de financiamiento necesario para hacer realidad esta gran oportunidad para nuestra región”, agrega Herrera en el texto dirigido a Díaz.
El proyecto denominado Living Lab Biobío fue diseñado por la propia Herrera junto al biólogo marino y consultor ambiental Alberto Fuentes Larenas, lo que llamó la atención de la Cancillería, porque los embajadores son los que habitualmente transmiten a Chile las iniciativas elaboradas por diversas organizaciones, las que se acercan a las misiones diplomáticas en búsqueda de ayuda. No al revés, como ocurrió en esta ocasión.