Escrito con tiza publica «Chile, Chicha y chancho» de Esteban Cabezas y Alejandra Acosta
El lanzamiento se realizará en el Bar Rapa Nui y será presentado por Álvaro Peralta y Pilar Hurtado.
La comida chilena tiene una larga receta con distintos ingredientes históricos y con muchas manos de distintos cocineros. Están los pueblos originarios de Chile, primero. Y también todo lo que se encontraba para comer por acá en ese entonces. Luego, llegaron los españoles y se produjo la primera gran mezcla en el menú. Pasaron los siglos y entraron a nuestra cocina los franceses, los italianos y los alemanes, y, hace poquito, hicieron su aporte los colombianos, venezolanos y, en especial, los peruanos.
¿Sabías que el cebiche “a la chilena” casi ni se prepara hoy, bien raspado y cocido en limón, porque ya adoptamos el estilo de más al norte?
En «Chile, chicha y chancho», Esteban Cabezas, rescata los aportes del campo, de la ciudad, del continente, de los territorios insulares, los ingredientes y procedimientos vernáculos, los introducidos por los inmigrantes, etcétera. Así, lo chileno no se entiende como una tradición fija e inamovible, una herencia, sino como una construcción viva, que se va creando y recreando constantemente y de la que niños, niñas y adolescentes, como chilenos de la actualidad, también pueden participar.
El lanzamiento se realizará el miércoles 6 de septiembre a las 19:30 horas en el Bar Rapa Nui (José Manuel Infante 1397, Ñuñoa) y será presentado por Álvaro Peralta y Pilar Hurtado.
Entonces, partiendo con el pebre con marraqueta (que también existe, distinta, en Perú y Bolivia) y llegando hasta el mote con huesillos, hay una historia bien aliñada de lo que se come en Chile. Y de cómo se come, desde el norte hasta el sur, sin olvidar a las islas ni lo más importante: que somos mezcla. Un mestizaje único y original, desde hace siglos. Todos estos ingredientes son parte de la receta de este libro, un intento por armar el menú de nuestra historia comestible. En Chile, chicha y chancho está presente la relación entre comida y poesía en este Chile, país de poetas, entre otros datos y acontecimientos relevantes para comprender cómo lo que comemos nos hace parte de una comunidad histórica y presente.
Así se definen los autores
Esteban Cabezas (1965) «Nací en 1965 y el tiempo ha pasado. Antes fui flaco y ahora soy feliz. He escrito de música, cine y ―en este último cuarto de siglo― de comida, al ritmo de un restaurante semanal. También soy autor de libros para niñas y niños. Me acerco a los 40 libros publicados y me he ganado algunos premios, pero ya me los gasté. Me gusta la comida porque es un placer democrático. Con amor y buena compañía todo es mejor que cualquier tontera cara y siútica. Los migrantes aportan sus sabores, la gente más vieja su historia comestible, la provincia hace que la capital no sea tan creída. Por eso existe este libro, que une mi escritura con mi pasión intensa por lo sabroso. Además, es nuestra cuarta colaboración con Alejandra, mi muy adorada socita».
Alejandra Acosta (1975) «Nací en Santiago, una mañana de sábado en 1975. Como hija única, encontré en el dibujo un gran compañero de juego que, más tarde, se convertiría en mi profesión. Llevo mucho tiempo ilustrando libros para grandes y chicos y ahora también los escribo. Le enseño a dibujar y a hacer libros a una gran cantidad de alumnos de varias universidades. Enseñar e ilustrar se han convertido en una de mis grandes pasiones».