Continúan intentos de pacto en medio de protestas a favor y en contra de la reforma judicial isarelí

Netanyahu ha publicado un vídeo en redes sociales en el que ha asegurado que se encuentra bien y que asistirá el lunes a la votación de la ley que elimina la "cláusula de sensatez", primera norma de la polémica reforma judicial.

El presidente israelí, Isaac Herzog, ha confirmado este domingo que continúa con las gestiones para intentar lograr un acuerdo de consenso sobre la polémica reforma judicial que impulsa el Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y que ha provocado una espiral de multitudinarias protestas y movilizaciones de la oposición.

Herzog ha llegado este domingo a Tel Aviv tras visitar Washington y Nueva York. La Presidencia ha informado en una nota de que durante el viaje y después del mismo el mandatario sigue trabajando «para explorar en profundidad las iniciativas de negociación para lograr un acuerdo entre las partes», según recoge el diario ‘The Times of Israel’.

Herzog ha visitado a Netanyahu en el Centro Médico Sheba de Ramat Gan, donde el primer ministro se ha sometido a una operación para la implantación de un marcapasos, y ha mantenido una «reunión urgente», según ha informado la Presidencia israelí. «Es un momento de emergencia. Debemos alcanzar un acuerdo», ha afirmado Herzog, según el comunicado oficial.

Netanyahu ha publicado un vídeo en redes sociales en el que ha asegurado que se encuentra bien y que asistirá el lunes a la votación de la ley que elimina la «cláusula de sensatez», primera norma de la polémica reforma judicial.

Netanyahu ha revelado además que se le ha diagnosticado un «bloqueo cardíaco transitorio» que podría suponer un riesgo vital. «Estoy estupendamente, como pueden ver», ha subrayado. «Mañana me sumaré a mis amigos en la Knesset», ha adelantado.

PROPUESTA DE SINDICATOS Y PATRONAL
Este mismo domingo el secretario general de la principal confederación sindical israelí, Histadrut, Arnon-Bar David, y un representante de la patronal, Dubi Amitai, han presentado una «propuesta de compromiso» para intentar superar el impasse.

«Pedimos a todos que apoyen de inmediato esta propuesta de compromiso por el futuro del país y para salvar a la sociedad israelí», han declarado David y Amitai en un comunicado conjunto.

La propuesta recoge que los tribunales no puedan tumbar las decisiones del Gobierno apelando a la «cláusula de sensatez», como pretende el Gobierno, siempre que se trate de «cuestiones de política» y que hayan sido aprobadas por unanimidad por el Consejo de Ministros. Además los jueces no podrían cuestionar los nombramientos de ministros ni viceministros.

«Todas las demás decisiones de los ministros estarían sometidas a revisión judicial, también con el criterio de sensatez», han explicado. Estos cambios además no serían efectivos hasta la formación de gobierno tras unas próximas elecciones.

Con respecto al resto de aspectos de la reforma judicial, sindicatos y patronal proponen una moratoria de 18 meses en la que solo se podrían aprobar cambios legislativos con el apoyo de dos tercios de la Knesset o Parlamento israelí.

El partido Likud de Netanyahu y los líderes del movimiento de protesta han manifestado ya su rechazo a la propuesta de Histadrut. Para el Likud supondría la «aceptación unilateral» de las posiciones de la oposición.

«Supone castrar totalmente la enmienda sobre la razonabilidad y es una concesión total en todos los demás aspectos de la reforma judicial», ha apuntado el Likud en un comunicado. «Seguimos con los esfuerzos para un compromiso de verdad», ha añadido.

Para el movimiento de protesta Kaplan no es aceptable la propuesta puesto que no cumple con su principal reivindicación: la retirada total de la reforma judicial. «Los acuerdos en los que Israel al final se convierta en una dictadura son incluso peores», han argumentado.

Sin embargo, el líder de la oposición, Yair Lapid, ha criticado al Likud por rechazar la propuesta sindical y patronal. «La oposición está dispuesta a negociar (la propuesta), pero la coalición la ha rechazado de inmediato», se ha lamentado Lapid.

«No está claro quién ha decidido decir ‘no’, pero está más claro que nunca que los extremistas del Gobierno han decidido empujar al Estado de Israel hacia el abismo», ha apuntado.

PROTESTAS
Mientras, miles de simpatizantes de la coalición de extrema derecha que gobierna israelí se han concentrado este domingo en la emblemática calle Kaplan de Tel Aviv para expresar su respaldo a la reforma judicial y en respuesta a las multitudinarias movilizaciones de los últimos días por parte de la oposición.

Uno de los portavoces de los convocantes, Matan Peleg, ha destacado que «han ejercido una contención histórica». «No puecdes aplastar a un bando entero», ha argumentado en declaraciones a la televisión Canal 12.

Así, se ha lamentado de que en marzo se paralizara la tramitación del proyecto inicial de reforma judicial. «Lo único de lo que hablan es de limitar el criterio de sensatez (…). Si no le dan siquiera eso al bando nacional, entraremos en una espiral de la que todos nos lamentaremos. Nadie quiere eso», ha argumentado.

Si finalmente no se aprueba la ley será un reflejo de «la tiranía de la minoría», incluidos los millonarios, que «arrollan a la mayoría».

La avenida Kaplan de Tel Aviv, escenario de la manifestación progubernamental de este domingo, ha sido el lugar de concentración de las protestas de la oposición cada sábado desde hace 29 semanas. (Europa Press)

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