Cientos de personas conmemoran primer aniversario del asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe

Tras la conmemoración oficial, la población ha comenzado a desfilar ante el memorial para depositar flores en recuerdo del ex primer ministro nipón.

Cientos de personas han comenzado a marchar este sábado ante el memorial en recuerdo del ex primer ministro japonés Shinzo Abe durante el primer aniversario de su asesinato mientras daba un discurso de campaña en la ciudad de Nara, en el oeste del país, un magnicidio sin precedentes en la política nacional desde 1936.

El evento ha comenzado esta mañana con un servicio en el templo de Zojoji protagonizado por la viuda de Abe, Akie, así como por el actual primer ministro del país, Fumio Kishida, y el secretario general del gobernante Partido Liberal Democrático que Abe presidió en su día, Motegi Toshimitsu.

Tras la conmemoración oficial, la población ha comenzado a desfilar ante el memorial para depositar flores en recuerdo del ex primer ministro nipón, cuya muerte desató un escándalo político con la polémica Iglesia de la Unificación como epicentro.

El asesino de Abe, Tetsuya Yamagami, acusó al ex primer ministro de mantener vínculos con esta organización religiosa — de origen surcoreano pero integrada en Japón desde 1968 precisamente con apoyo del abuelo de Abe, el entonces jefe del Gobierno, Nobusuke Kishi — a la que responsabilizó de haber estafado a su madre.

Llevado por este motivo, Yamagami descerrajó el 8 de julio de 2022 dos disparos a quemarropa contra Abe en pleno mitin con una escopeta de fabricación casera. El segundo le causó la muerte.

Ante el desplome de su popularidad por estas revelaciones, el primer ministro Kishida ordenó la expulsión de cualquier ministro vinculado a esta organización mientras que el Parlamento de Japón promulgó una ley para prohibir a cualquier organización que solicitara donaciones con intenciones maliciosas.

Un año después y, a pesar de estas medidas, la muerte de Abe sigue dando lugar a tensiones políticas dado que Kishida ha declarado su intención de celebrar en algún momento un funeral de estado por el ex primer ministro, algo que la ley japonesa no contempla dado que había abandonado el cargo antes de su muerte y comporta un gasto estimado de unos ocho millones de euros para un evento que los críticos del actual mandatario disputan como un intento para granjearse la cordialidad de los elementos conservadores de su partido.(Europa Press)

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El Periodista