Canadá condena uso de munición de racimo en Ucrania
El Gobierno canadiense reitera que "cumplirá en su integridad la convención" sobre la munición de racimo así como que mantendrá sus esfuerzos para conseguir su adopción universal.
El Gobierno de Canadá ha condenado el uso de munición de racimo en la guerra de Ucrania en un comunicado en el que reivindica los esfuerzos canadienses prohibir el uso en conflictos armados de otra munición indiscriminada como son las minas antipersona a través de la confección en 1997 del Tratado de Ottawa.
Las autoridades canadienses han publicado este comunicado tras el anuncio realizado ayer por Estados Unidos en el que declara su intención de enviar esta clase de munición a Ucrania, si bien Canadá se ha abstenido de repudiar de manera expresa la orden adoptada por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Cabe recordar que el tratado de Ottawa es un precedente directo de la firma en 2008 de la Convención sobre Municiones de Racimo — del que ni EEUU ni Ucrania ni Rusia forman parte — dado que el acuerdo firmado en la capital canadiense abordaba específicamente la metralla dispersada por estas minas, muy parecida en sus efectos, aunque a menor escala, al alcance indiscriminado de la munición de racimo.
«Canadá ha abanderado la adopción de la Convención contra las Municiones de Racimo siguiendo el ejemplo sin precedentes del entonces ministro de Exteriores, Lloyd Axworthy, sobre el tratado de Ottawa para prohibir las minas antipersona», ha explicado el Gobierno canadiense en un comunicado.
«En concordancia, apoyamos el uso de estas municiones de racimo y seguimos comprometidos a poner fin a las consecuencias que comporta para los civiles, en particular para los niños», añade la nota, recogida por la cadena CTV.
El Gobierno canadiense reitera que «cumplirá en su integridad la convención» sobre la munición de racimo así como que mantendrá sus esfuerzos para conseguir su adopción universal.
Según la Coalición de las Bombas de Racimo, que aglutina a decenas de ONG, el 97 por ciento de las víctimas de estos remanentes explosivos en 2021 eran civiles, dos terceras partes de ellos niños. Ya antes del anuncio estadounidense, este grupo había denunciado el uso de este tipo de armamento en el marco de la guerra en Ucrania, principalmente por parte de las fuerzas rusas pero también de las ucranianas. (Europa Press)