UE acusa a Rusia de cometer crimen de guerra con ataque a la represa en Jersón
"Conmocionados por el ataque sin precedentes a la presa de Kajovka. La destrucción de infraestructuras civiles constituye claramente un crimen de guerra y exigiremos responsabilidades a Rusia y a sus aliados", ha señalado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
La Unión Europea ha acusado este martes a Rusia de llevar la agresión contra Ucrania a «un nivel sin precedentes» y cometer un crimen de guerra con la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, que amenaza con inundar la región ucraniana de Jersón.
«Conmocionados por el ataque sin precedentes a la presa de Kajovka. La destrucción de infraestructuras civiles constituye claramente un crimen de guerra y exigiremos responsabilidades a Rusia y a sus aliados», ha señalado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un mensaje en redes sociales.
El ex primer ministro belga ha tenido palabras de apoyo para los ucranianos afectados por esta catástrofe, ante la inminente inundación de numerosas localidades tras la destrucción de la infraestructura, y ha avanzado que la reunión de líderes europeos de finales de mes en Bruselas tratará la crisis y propondrá ayudas para las víctimas.
En un comunicado, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha asegurado que la agresión rusa contra infraestructura civil ucraniana alcanza «un nivel sin precedentes» con la voladura de la presa. «La Unión Europea condena este ataque en los términos más enérgicos posibles. Representa una nueva dimensión de las atrocidades rusas y puede constituir una violación del Derecho internacional, en particular del Derecho internacional humanitario», ha recogido la nota de la diplomacia comunitaria.
La UE recuerda que el flujo de agua tras la destrucción de la presa pone en riesgo las vidas de cientos de miles de civiles en 80 localidades en la región de Jersón, incluyendo la ciudad del mismo nombre y empeora la situación humanitaria en estas áreas. A este efecto, ha activado el Mecanismo de Protección Civil para organizar la ayuda de emergencia que puedan suministrar los Veintisiete. «Estamos preparados para atender cualquier necesidad inmediata, incluidos alimentos y agua potable», ha subrayado el comunicado.
RUSIA CONTINÚA SU «JUEGO NUCLEAR»
Respecto a la situación de la central nuclear de Zaporiyia, el Alto Representante señala que el nivel de agua afecta a la refrigeración de los reactores, por lo que el ataque contra la presa de Kajovka es un acto más de «juego nuclear» de Rusia que responde a su actitud «irresponsable» e «inaceptable».
«Con este acto desesperado, Rusia continúa su temerario juego nuclear poniendo en riesgo el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad de la central nuclear de Zaporiyia», afirma el comunicado que recuerda que Moscú contraviene las resoluciones de la Organismo Internacional de Energía Atómica.
Por el momento el organismo ha indicado que la central nuclear no se encuentra en «riesgo inmediato de seguridad», pese a que la autoridad nuclear ucraniana ha avisado de que «podrían tener consecuencias negativas» en la planta controlada por Rusia. Ya en el mes de octubre, Ucrania avisó de las consecuencias devastadoras en toda la región de Jersón ante posibles ataques a la central hidroeléctrica y la presa de Kajovka.
CONDENA DE LOS VEINTISIETE
A la condena se han sumado distintos Estados miembros que se han solidarizado con la población local en Jersón ante las crisis humanitaria que desencadena la central hidroeléctrica de Kajovka.
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, ha denunciado el episodio que atribuye a acciones terroristas rusas. «Ha convertido el agua en un arma. Es un crimen de guerra que afecta a innumerables civiles y provoca un ecocidio y destrucción masiva», ha recalcado.
Mientras, el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha criticado el ataque «sin precedentes» contra una infraestructura civil ucraniana y ha señalado que Rusia debe rendir cuentas por un crimen de guerra que amenaza la vida de miles de personas.
De su lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha condenado la destrucción de la presa de Kajovka y ha censurado que va en contra del Derecho Internacional Humanitario.
Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica, con mensajes del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, atribuyendo este ataque al comportamiento «terroristas» de Moscú.
Durante la madrugada de este martes, el Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha informado de la destrucción de la infraestructura por parte de Rusia y ha indicado que está investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectarían a las zonas probables de inundación. (Europa Press)