OIEA califica de «grave» situación en central nuclear de Zaporizhzhia

"Al mismo tiempo, se tomó una serie de medidas para estabilizar la situación. Nuestro trabajo de evaluación de la situación continuará", declaró el director general del organismo.

 

La situación en la central nuclear de Zaporizhzhia es grave pero estable, estimó el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, tras visitar este jueves la instalación nuclear.

«Por un lado, la situación es grave, y hay consecuencias, Al mismo tiempo, se tomó una serie de medidas para estabilizar la situación. Nuestro trabajo de evaluación de la situación continuará», declaró Grossi a la prensa.

El jefe del OIEA expresó su esperanza de que la planta nuclear vuelva a funcionar a pleno rendimiento cuando se detengan las hostilidades.

Es la tercera visita de la misión del OIEA encabezada por Grossi a la central. La primera tuvo lugar el pasado 1 de septiembre y tras esta visita se consiguió que especialistas de esta agencia se quedaran en la planta de manera rotatoria.

El 8 de junio, el propio Grossi dijo que visitará esta semana la central de Zaporizhzhia y Kiev para después viajar a Moscú para debatir un plan de garantías de seguridad en la planta.

La central nuclear de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, a orillas de un embalse que sufre actualmente una descarga descontrolada de agua tras el derrumbe del dique de Kajovka, más abajo en el curso del Dniéper.

La planta cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 megavatios. Las seis unidades de generación están apagadas, para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso.

Desde marzo de 2022, la central permanece bajo control de militares rusos. El Ministerio de Exteriores ruso alega que la presencia militar en la planta, que había sido operada por la empresa ucraniana Energoatom antes de que Rusia anunciara la incorporación de la provincia de Zaporizhzhia a finales de septiembre pasado, persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.

Rusia y Ucrania se acusan periódicamente de disparar contra instalaciones de la central, que en múltiples ocasiones se quedó sin fuentes de alimentación externa de energía eléctrica.

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El Periodista