Manifestante quema el Corán en protesta autorizada por la Policía sueca
Los gobierno de Turquía y Marruecos han criticado este tipo de movilizaciones y acusado a las autoridades suecas de no hacer lo suficiente para impedirlas. Mohammed VI llamó a consulta indefinida a su embajador en Estocolmo.
La Policía de Suecia ha autorizado la celebración de una manifestación en la que uno de sus asistentes ha quemado este miércoles un ejemplar del Corán, una práctica que habitualmente suele ser recibida con críticas desde Turquía, que aún mantiene desde hace un año su veto a la incorporación sueca a la OTAN.
La protesta se ha celebrado en las inmediaciones de una mezquita de Estocolmo, sin que se hayan producido incidentes significativos, según la cadena SVT. Aunque en el permiso oficial no figura como promotor, uno de los principales impulsores de la concentración es el político ultraderechista Rasmus Paludan, que ya ha participado en iniciativas similares.
Paludan no ha estado presente, pero sí se ha producido la polémica quema, por parte de un asistente que también se ha limpiado los zapatos con páginas del libro sagrado del islam. La Policía ha vigilado la cita, aunque no ha intervenido, y una portavoz ya ha dejado claro que no lo harían si no había problemas de orden público o algún tipo de peligro derivado del fuego.
La autorización de este miércoles es la primera concedida después de que un tribunal sueco rechazase la orden policial de prohibir la quema del Corán en manifestaciones, a raíz de que uno de estos libros ardiese en enero junto a la Embajada de Turquía en Suecia. El visto bueno policial no autoriza como tal la quema, pero la petición ya anticipaba que se trataba de una manifestación sobre el Corán.
El Gobierno turco ha criticado este tipo de movilizaciones y ha acusado a las autoridades suecas de no hacer lo suficiente para impedirlas. También recrimina al país nórdico su supuesta tibieza a la hora de perseguir el terrorismo kurdo, dentro de una batería de reproches que mantiene por ahora estancado el proceso de integración de Suecia en la Alianza Atlántica.
Por su parte, el rey de Marruecos, llamó a consulta indefinida a Rabat al embajador del Reino en Suecia y la cancillería citó al encargado de Negocios de Estocolmo en el país africano debido a que este nuevo acto «ofensivo e irresponsable» hace caso omiso de los sentimientos de más de mil millones de musulmanes, en este periodo sagrado de la gran peregrinación a La Meca y la fiesta del Eid Al-Adha. En la audiencia en la cancillería se le expresó al diplomático sueco la más enérgica condena por parte del Reino de Marruecos de esta ofensa y el rechazo de este acto inadmisible.
Marruecos considera inaceptable que la fe de los musulmanes sea burlada de esta manera. Los principios de tolerancia y los valores del universalismo tampoco pueden reducirse a dar cabida a las opiniones de algunos, mientras se muestra tan poca consideración por las creencias de más de mil millones de musulmanes.