Condenados activistas que pegaron sus manos al Laocoonte de los Museos Vaticanos

El pasado 18 de agosto de 2022 dos activistas pegaron sus manos a la base del Laocoonte, un grupo escultórico de la época romana del 40 a. C., que representa al famoso sacerdote troyano y sus hijos devorados por serpientes marinas.

El tribunal del Vaticano ha condenado a 30.000 dólares de multa a los dos activistas del grupo contra la crisis climática Letzte Generation (Última generación) que el 18 pasado de agosto pegaron sus manos a la base del grupo escultórico del Laocoonte -ubicado en los Museos Vaticanos y realizado hacia el año 40 a.C- en señal de protesta

La condena también contempla nueve meses de prisión, pero esta parte de la pena ha quedado en suspenso para Guido Viero, de 62 años, y Ester Goffi, de 26, ha quedado suspendida, sí tendrán que pagar, como parte de la condena, una indemnización de 28.148 euros. Además, se ha impuesto una multa de 120 euros a Viero y a Laura Zorzini, la otra activista que filmó con su teléfono móvil a los dos acompañantes, que se resistieron a la orden de la gendarmería vaticana de seguirlos hasta el interior de las oficinas.

Según se desprende de la sentencia, el presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, ha ordenado, en nombre del papa Francisco, que la pena de cárcel quede «suspendida» y que tampoco figure en el expediente judicial de los condenados, a no ser que cometan otro delito.

El pasado 18 de agosto de 2022 dos activistas pegaron sus manos a la base del Laocoonte, un grupo escultórico de la época romana del 40 a. C., que representa al famoso sacerdote troyano y sus hijos devorados por serpientes marinas, como narra La Eneida de Virgilio.

En su protesta, según la acusación, usaron «un adhesivo sintético particularmente fuerte y corrosivo» en un monumento de «inestimable valor histórico y artístico». Los defensores de los activistas alegaron que este pegamento «se podía quitar fácilmente» y que durante el acto pusieron sus manos sobre el basamento y no sobre la escultura, conscientes de su enorme valor.

De hecho, la defensa había pedido la absolución porque, a su juicio, el hecho no es constitutivo de delito. Así, uno de los abogados aseguró que si bien la obra es «de valor inconmensurable», la base donde pegaron las manos no lo es, por lo que no podían ponerse al mismo nivel.

El proceso contra ellos se abrió el pasado 9 de marzo y en la última audiencia, los imputados, miembros del colectivo medioambiental ‘Última Generazione’ (Última Generación), recibieron el apoyo de una treintena de compañeros, quienes se manifestaron en la Vía de la Conciliación. (Europa Press)

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El Periodista