Cincuenta años de la portada de ‘Aladdin Sane’, de David Bowie

"Si él estuviera sentado aquí y le preguntaras qué hubiera esperado lograr con su carrera, te diría que lo principal para él era convertirse en una estrella, y lo consiguió", ha subrayado Geoff Marsh, expertos en la figura de David Bowie.

Los expertos en la figura de David Bowie Nick Pegg y Geoff Marsh, que se encuentran en Madrid para presentar un libro sobre los 50 años de la mítica portada del álbum ‘Aladdin Sane’ (1973), han reivindicado la figura y legado «inmortal» del artista, quien consiguió lo que se proponía con su carrera.

«Si él estuviera sentado aquí y le preguntaras qué hubiera esperado lograr con su carrera. Te diría que lo principal para él era convertirse en una estrella, y lo consiguió», ha subrayado Geoff Marsh, comisario de la reconocida exposición ‘David Bowie is’ en una entrevista concedida a Europa Press junto al escritor y actor Nick Pegg, experto en el artista.

En este sentido, ha defendido la influencia del músico en grandes estrellas y «en la gente común» tanto por su obra musical como en el ámbito de la moda, con las que ha generado un «impacto duradero» que consiste en que las personas «descubran su propio yo».

Por su parte, Pegg ha incidido en que la «verdadera clave» de la inmortalidad del artista británico es que «siempre mantuvo el enigma en sus imágenes o en las letras de sus canciones»: «Parte de su atracción duradera es que una canción como ‘Space Oddity’ o ‘Life on Mars?’ significa una cosa diferente para cada uno de nosotros, no hay respuesta correcta. Es una forma en la que creo que el arte de cualquier tipo alcanza la inmortalidad».

Asimismo, ha destacado su imagen «fuerte e inextricable» y «el hecho básico de que era un gran compositor», cuestión que, ha lamentado, «a veces se olvida» al enfocarse en los personajes pintorescos e imágenes que acompañaban su obra.

Precisamente, Marsh y Pegg han participado en el libro ‘Aladdin Sane 50 años’ (Libros Cúpula), en el que se celebra el medio siglo de la imagen de portada del disco homónimo, una fotografía de Brian Duffy que se ha convertido en un icono cultural.

El libro aborda las cinco históricas sesiones fotográficas que compartieron Bowie y Duffy entre 1972 y 1980, en los «años dorados» del ‘Duque blanco’. Compuesto por decenas de fotografías, se incluyen también ensayos realizados por varios expertos en el artista, entre los que se incluyen los entrevistados.

«Yo creo que se ha convertido en una de las portadas más reconocibles del mundo, junto con ‘Salt and Pepper’, de los Beatles, o ‘The Dark Side of the Moon’, de Pink Floyd, y también en la imagen más famosa de David. Tiene ese peso cultural, y uno de los motivos es el misterio de la foto y lo impactante de su cara, el maquillaje y que cierra los ojos. Es una genialidad», ha apostillado Pegg al respecto.

EL IMPACTO CULTURAL DE BOWIE
Asimismo, Marsh ha ejemplificado el impacto de Bowie en la cultura, y especialmente en la cultura británica, en el hecho de que la National Portrait Gallery de Reino Unido, haya incluido entre sus nuevas guías una con la imagen de ‘Aladdin Sane’, y que en las estanterías se ha colocado por delante de otra guía con un retrato de la reina Isabel: «50 años después con esta foto, David Bowie nos dice que podemos ser lo que queramos, que no tenemos que pertenecer a ningún grupo, solo ser nosotros mismos».

Pegg ha recordado, en este contexto, la obra que representa en el ‘street art’ de Bristol (Reino Unido) el rostro de Isabel II con el icónico rayo de la portada que cumple 50 años, el que, ha recordado también el experto, Bowie solo llevó la sesión de fotos de 1973 –el maquillaje surgió de forma casual por inspiración de Duffy–.

«Creo que David estaba muy contento de que fuese su imagen más famosa, porque era una persona que prestaba mucho cuidado a su imagen y tenía muy clara la forma en la que quería que la parte visual encajase con el contenido de un álbum», ha señalado también, para añadir que «cualquier imagen de la cultura pop que muestre a alguien cerrando los ojos ya es una imitación de esta foto».

Por otro lado, Marsh ha incidido en que este retrato, a diferencia de otros famosos, que suelen «tratar el poder y a gente rica como reyes, reina o políticos», muestra el «interés de Bowie en el poder liberar a la gente». «Si fuesemos a Teherán con una camiseta con esta imagen, nos detendrían. ¿Por qué? Es solo la imagen de un hombre, pero es profundamente subversiva», ha explicado.

«Es una herramienta muy magnética para acercar la figura de Bowie a los jóvenes. Es interesante que ahora los jóvenes estén descubriendo su obra y no vengan con ideas preconcedidas», ha agregado al respecto Pegg.

¿UN ‘BIOPIC’?
Cuestionados por si les gustaría que se hiciese un ‘biopic’ sobre el británico, tienen opiniones diversas. Pegg considera que «su obra fue tan inmensa y rica que intentar limitar todo eso en una película de dos horas que valga la pena es imposible», pero ha puntualizado que de hacerse «debería interpretarlo una mujer».

Lo que sí ve viable, es hacer una película sobre la influencia de David Bowie, lo que Marsh ha respaldo: «He conocido a mucha gente que me ha dicho ‘David Bowie cambió mi vida’. Eso es una escena muy rica, una historia encantadora acerca de cómo su mundo ha trascendido, y es solo una de millones de historias». (Europa Press)

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El Periodista