El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha aprobado un préstamo para apoyar el desarrollo de la industria del hidrógeno verde y sus derivados en Chile por un importe total de 400 millones de dólares.
Dicho préstamo es la segunda operación de crédito en el marco de la línea de Crédito Condicional para Proyectos de Inversión (Cclip), por valor de 1.000 millones de dólares, para la productividad y el desarrollo sostenible en Chile. El plazo de amortización es de 24 años, y cuenta con un período de gracia de seis años y medio.
Esta operación busca contribuir a la descarbonización de la economía y generar nuevas oportunidades de desarrollo productivo para el país. Las instituciones, empresas y emprendedores que forman parte de la cadena de valor del hidrógeno verde, así como los trabajadores de esta industria, serán los máximos beneficiarios.
Los recursos se destinarán a la financiación de nuevos proyectos en hidrógeno verde, el desarrollo de la demanda local, la formación de capital humano, la creación de bienes y servicios intermedios que faciliten el desarrollo de la industria, la financiación de investigación aplicada, el desarrollo e innovación tecnológica, y el fomento del emprendimiento en este sector.
VENTAJAS NATURALES DE CHILE
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), para 2050 se producirán alrededor de 300 millones de toneladas de hidrógeno anualmente, más de cuatro veces por encima de la demanda actual, y se espera que casi la mitad sea en forma de hidrógeno verde, o sea el que se produce a partir de energías renovables.
Dadas las ventajas naturales de Chile para producir energías renovables a bajo costo, la creciente demanda global de hidrógeno verde presenta una gran oportunidad no sólo en términos de productividad sino también de sostenibilidad para el país.
Chile es el país de América Latina y el Caribe con mayor emisión de dióxido de carbono per cápita. Sus emisiones duplican las de Brasil, Uruguay y Perú, ubicándose cerca a los niveles de países europeos industrializados como Reino Unido, Francia y España. En este escenario, fortalecer la industria del hidrógeno verde será crucial para que nuestro país avance en los objetivos de reducir emisiones a la mitad en el 2030 y alcanzar las cero emisiones netas antes de 2050.
«El préstamo del BID ayuda a aumentar la inversión en hidrógeno verde en Chile, y le permite al país avanzar en el desarrollo de un sector de alto potencial que además de impulsar la economía contribuirá a promover la sostenibilidad ambiental y a enfrentar el cambio climático, con enfoque inclusivo», ha señalado la representante del BID en Chile, Maria Florencia Attademo-Hirt.