Administración Biden está dispuesta a hablar con Rusia sobre el Nuevo START «sin condiciones previas»
Washington y Moscú prorrogaron en 2021 el START por un plazo de cinco años. El tratado busca limitar el despliegue de armas nucleares de alcance intercontinental por ambas partes, permitiendo comprobaciones frecuentes de los programas de cada país por parte del contrario.
La Administración Biden está dispuesta a hablar con Rusia sobre el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) sin «condiciones previas» y con el compromiso de cumplir con sus preceptos después de que Moscú suspendiera el pacto en febrero, según han informado dos altos funcionarios estadounidenses.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, dará el primer paso para volver a la mesa de negociaciones con Moscú y pronunciará un detallado discurso en el afirmará que Washington se compromete a implementar el acuerdo y negociar uno nuevo antes de que expire en 2026.
«Esperamos que, en conjunto, este tipo de comunicación a través de (su) discurso, así como las contramedidas, y otro tipo de potenciales seguimientos bilaterales, potencien las conversaciones», han adelantado dos altos funcionarios de la Administración, según ha recogido la cadena CNN.
El Gobierno de Rusia anunció a fines de febrero que todos los intercambios de información en el marco del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) fueron suspendidos, en línea con la decisión por el presidente ruso, Vladimir Putin, de congelar la participación de Moscú en el pacto.
Washington y Moscú prorrogaron en 2021 el START por un plazo de cinco años. El tratado busca limitar el despliegue de armas nucleares de alcance intercontinental por ambas partes, permitiendo comprobaciones frecuentes de los programas de cada país por parte del contrario. El acuerdo permite a Washington y Moscú desplegar hasta 700 misiles balísticos intercontinentales y 1.550 cabezas nucleares en esos misiles.
Si se pone fin al tratado o expira sin una renovación, los arsenales nucleares de las dos mayores potencias nucleares del mundo no tendrían ninguna limitación por primera vez desde los años 70, en plena Guerra Fría, y ninguna de las partes podría controlar el arsenal del contrario. (Europa Press)