Académico de la Universidad de Valparaíso revela que clubes del fútbol profesional chileno invierten menos del uno por ciento en seguridad

Alejandro Torres también sostuvo que “la televisión es como un respirador artificial y los ingresos de las casas de apuestas han sido como los anestésicos para un enfermo”.

Una frase común es que “las palabras se las lleva el viento”. Y en el caso del fútbol chileno esto parece estar sucediendo con respecto a la preocupación por la violencia en los estadios. Mucho se habla sobre este problema, pero al analizar las cifras de la Primera División se concluye que “los clubes del fútbol profesional invierten menos del uno por ciento de sus ingresos en el ítem seguridad”, según el académico y director del Magíster en Finanzas de la Universidad de Valparaíso, Alejandro Torres Mussatto.

El profesor de la Escuela de Auditoría obtuvo esta cifra revisando los presupuestos anuales que los clubes envían a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), ya que una norma de carácter general obliga a las sociedades anónimas deportivas profesionales y fondos del Deporte (organizaciones jurídicas establecidas en la Ley Nº 20.019) a entregar esta información.

Torres explicó que “a la fecha, los clubes de la primera división del fútbol profesional chileno, en el apartado de gastos operacionales y en específico para el ítem ‘seguridad para partidos, vallas y cámaras’ han destinado menos de uno por ciento con relación a los ingresos presupuestados para el año 2023”. Agregó que “de los 48.151 millones de pesos de ingresos presupuestados, solamente 448,3 millones serán destinados para seguridad de los partidos, es decir, el 0,9 por ciento. Voy a ser bien categórico, pero lo anterior revela que a los clubes realmente no les importa la seguridad del espectáculo para sus hinchas, jugadores, árbitros y, en general, toda la gente que debe trabajar cuando se disputa un partido de fútbol”.

Aclaró que en estos montos no están incluidos los presupuestos de los clubes grandes, como Colo Colo y Universidad de Chile (clasificados como Emisores de Valores de Oferta Pública), pues no se contempla su revelación a la CMF, como sí ocurre en un apartado especial para las SADP y los fondos del Deporte (clasificados como Organizaciones Deportivas Profesionales). “Esta situación claramente debería cambiar, ya que la opacidad en las cuentas de ciertos clubes no contribuye a una actividad profesional más transparente”, comentó Torres.

El profesor agrega que «según datos de la Subsecretaría del Interior, en los últimos ocho años más del veinte por ciento de los cerca de 6.400 partidos disputados se han realizado con desórdenes, daños, lanzamiento de objetos contundentes, agresiones, riñas, etcétera, lo que da una dimensión de lo que estamos hablando».

Respirador artificial y anestesia

El académico de la UV Alejandro Torres también evaluó las cifras disponibles de la primera división del fútbol chileno 2022 que se han mantenido porfiadamente en números rojos. Al respecto, sostuvo que, si no fuera por los dineros de la televisión y de las casas de apuestas que irrumpieron en la publicidad, la situación deficitaria sería mucho peor. “La televisión es como un respirador artificial y los ingresos de las casas de apuestas han sido como los anestésicos para un enfermo”.

Para el caso de los clubes de la división de honor, los ingresos en materia de publicidad alcanzaron un veintitrés por ciento de los ingresos totales, alcanzando 25.493,4 millones de pesos para este ítem. Pero el aporte de la televisión sigue siendo la mayor fuente de recursos para los clubes: de los ingresos totales representa el 42 por ciento en la Primera A y el sesenta por ciento en la Primera B.

El análisis financiero del año pasado muestra que “las cifras negativas se siguen acumulando, incluso considerando los ingresos obtenidos por los clubes de las casas de apuestas, declaradas ilegales por la Superintendencia de Casinos y el Servicio de Impuestos Internos”.

A propósito de este tipo de financiamiento, Torres Mussatto criticó que los clubes hayan aceptado sin más el apoyo publicitario de empresas cuya actividad entra claramente en conflicto con la legislación vigente, lo cual refleja “un problema ético muy grave”, expresó. Basta con recordar que, a principios de año, Polla Chilena de Beneficencia interpuso una querella “en contra de quienes resulten responsables” a raíz de la operación en Chile de apuestas en línea ilegales.

A esto se suma, dijo Torres, que hay una abismal diferencia entre los ingresos que proyectan las instituciones y lo que ocurre en la realidad. Es así como “revisando los presupuestos del año 2022 los clubes de la primera división habían proyectado una ganancia antes de impuestos de 2.787,8 millones de pesos y lo que realmente ocurrió fue que hubo una pérdida de 3.848,5 millones, es decir, una diferencia en la estimación de $6.636,3 millones. Voy a ser lo más serio posible y cauto en la opinión, pero dudo de la utilidad de un presupuesto con esa diferencia”, expresó el director del Magíster en Finanzas.

Uno de los objetivos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, según sus propios estatutos, es “exigir y fiscalizar un adecuado comportamiento económico de sus asociados”. Sin embargo, dice Torres, “claramente estamos lejos de tener un fútbol profesional que se gestione bien financieramente. Estamos igual o peor que hace treinta años y con los mismos problemas a niveles directivos. Para ejemplificar, recordemos que en 2021 la ANFP como institución registró una pérdida de 1.609 millones de pesos y a fines de los años ochenta, con los presupuestos de septiembre de 1989 a marzo de 1990, la pérdida ascendía a 1.411 millones, a valor actual. Es decir, no hemos avanzado absolutamente nada”.

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El Periodista