Desarrollo sanitario sostenible en la era pospandémica

Por Hsueh Jui-yuan, ministro de Salud y Bienestar República de China (Taiwán)

A medida que el mundo ingresa en el cuarto año de la pandemia del Covid-19, la situación está mejorando gradualmente. Se han levantado la mayoría de las restricciones fronterizas y la gobernanza mundial de la salud ha pasado de una respuesta pandémica a una recuperación pospandémica.

Los países de todo el mundo han intensificado los esfuerzos para lograr la salud y el bienestar para todos y promover la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, cuyo progreso se vio afectado por la pandemia.

Taiwán apoya plenamente los ODS relacionados con la salud y las “metas de los tres mil millones” de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, Taiwán se compromete a construir una cadena de suministro de servicios sanitarios más resiliente y equitativa, manteniendo un sistema de cobertura de salud universal inclusivo y equitativo, proporcionando la prevención y gestión de enfermedades, a través de un sólido sistema sanitario de atención primaria. Taiwán está dispuesto y capacitado para compartir su experiencia en la creación de un enfoque de salud intersectorial, innovador y centrado en las personas para ayudar a la comunidad internacional a trabajar hacia la realización de los ODS relacionados con la salud y el bienestar.

Durante la pandemia del Covid-19, Taiwán mitigó de manera efectiva la propagación de la enfermedad aprovechando su completo sistema de salud pública, su bien capacitado personal antipandémico y sus sistemas de vigilancia, investigación y análisis epidemiológicos. El modelo de respuesta antipandémica de Taiwán incluyó un despliegue avanzado y mecanismos de rápida respuesta. Otras medidas incluyeron políticas de control fronterizo, distribución coordinada de recursos médicos y un sistema de transferencia de pacientes para prevenir y contener la pandemia en un momento en que las vacunas y los medicamentos antivirales no estaban disponibles.

El pueblo taiwanés ha desempeñado un papel fundamental en el éxito del modelo antipandémico de Taiwán al usar mascarillas, practicar el distanciamiento social, evitar áreas concurridas, seguir las normas de cuarentena y la vacunación. En comparación con los 38 estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) más Singapur, Taiwán ocupa el sexto lugar más bajo en las tasas de mortalidad y letalidad del Covid-19. Taiwán también ocupa el cuarto lugar en cuanto a tasas de cobertura de al menos una dosis de vacuna contra el Covid-19, y el tercer lugar en términos de vacunas de refuerzo administradas.

Promoción de la salud para todos

El año pasado, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) describió cinco prioridades para los próximos cinco años que son: promoción de la salud, prestación de servicios sanitarios, protección de la salud, impulso del progreso y ejecución. Además, “Lograr el bienestar: un proyecto de marco mundial para la integración del bienestar en la salud pública utilizando un enfoque de promoción de la salud”, de la OMS, demuestra aún más su compromiso con la salud para todos.

En 1995, Taiwán estableció un sistema de seguro de salud universal. Desde entonces, el gobierno ha continuado brindando servicios de salud y prevención de enfermedades para que las personas de todas las edades puedan disfrutar del derecho a la salud. Taiwán ofrece controles prenatales, detección de diabetes gestacional, pruebas de anemia y tres exámenes de ultrasonido para reducir los riesgos del embarazo y promover la salud materna e infantil.

Para ayudar a las parejas estériles y reducir las cargas financieras de la fecundación in vitro, el gobierno ha seguido ampliando programas de tratamiento de la infertilidad subvencionados. Taiwán también tiene como objetivo crear un entorno favorable a la lactancia materna y brindar atención médica pediátrica preventiva y educación para la salud.

Además, Taiwán ha establecido una serie de programas de prevención y gestión para enfermedades no transmisibles. Por ejemplo, los programas que se enfocan en las enfermedades metabólicas crónicas ayudan a los grupos de riesgo, proporcionando servicios como orientación sobre dieta y ejercicio, así como información para dejar de fumar y la nuez de betel, empoderando a la gente para que pueda tomar el control de su propia salud. Tales iniciativas mejoran la vida y reducen la prevalencia de la presión arterial alta, el colesterol alto y el nivel alto de azúcar en la sangre, que a menudo conducen a enfermedades crónicas. Taiwán también apoya la lucha mundial contra el cáncer y el objetivo de la OMS de reducir la mortalidad por cáncer en un 25% para 2025. De acuerdo con la Iniciativa para la Eliminación del Cáncer del Cuello Uterino de la OMS, Taiwán subvenciona los exámenes de detección del cáncer del cuello uterino y las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH). Las vacunas contra el VPH se administran a mujeres estudiantes de entre 12 y 15 años desde 2018. En diciembre de 2022, se había logrado una tasa de cobertura del 92,1%.

Tecnología innovadora y cobertura universal de salud

El Seguro Nacional de Salud de Taiwán (NHI, siglas en inglés) es un excelente ejemplo de cobertura de salud universal, que ofrece protección financiera y acceso a una amplia gama de servicios esenciales. La pandemia del Covid-19 ayudó a la comunidad internacional a reconocer la importancia de la cooperación regional y de la digitalización en el cuidado de la salud. Taiwán está comprometido con la promoción de la salud digital e innovación para mejorar la accesibilidad y la calidad de los servicios de atención médica, incluidos los planes para un programa NHI de próxima generación. Taiwán ha introducido servicios de atención médica innovadores, utilizando consultas de telesalud en tiempo real para pacientes que residen en áreas remotas e islas periféricas, y está explorando aplicaciones de inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes. Durante la pandemia, Taiwán emitió 13 licencias de exportación para su fórmula a base de hierbas NRICM101 (Taiwan Chingguan Yihau) para ayudar a los países de la región a combatir la pandemia. Actualmente, Taiwán está implementando medidas preventivas para la era pospandemia, como fortalecer la producción nacional de medicamentos críticos e ingredientes farmacéuticos activos para evitar una futura escasez de medicamentos. Al comprender lo importante que es trabajar con la comunidad internacional, Taiwán compartirá aún más tecnologías innovadoras y mejores prácticas con socios de todo el mundo para avanzar en la cobertura universal de salud.

Taiwán puede ayudar, y Taiwán está ayudando

Taiwán no ha sido invitado a la Asamblea Mundial de la Salud desde 2017. Ahora que la pandemia del Covid-19 está disminuyendo y se está acelerando el diálogo sobre el fortalecimiento de los sistemas de salud en todo el mundo, Taiwán no debe quedarse fuera. Taiwán puede ayudar, y la inclusión de Taiwán haría que el mundo fuera más saludable, más sostenible y más equitativo.

Taiwán insta a la OMS y a todas las partes interesadas relevantes a apoyar la inclusión de Taiwán en la Asamblea Mundial de la Salud como observador, así como la plena participación de Taiwán en las reuniones, mecanismos y actividades de la OMS. Taiwán continuará trabajando con el mundo para ayudar a garantizar el derecho fundamental a la salud consagrado en la Constitución de la OMS. En el espíritu de los ODS, ningún país debe quedarse atrás, especialmente Taiwán, que ha hecho significativas contribuciones a la salud pública mundial.

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El Periodista