Tasa Royalty: “Una carga de 50% deja fuera de competencia a la minería nacional y afecta a nuestro sector de proveedores”
Así lo señalan las agrupaciones de proveedores mineros, que están en alerta ante los nuevos cambios planteados por el ministro Marcel y que apuntan a establecer una carga máxima de 50% para las firmas productoras. “Aún es una cifra que no tiene parangón y que nos dejará fuera de toda competencia”, aseguran.
Continúa la discusión del proyecto de Royalty Minero, hoy tramitándose en la Comisión de Hacienda del Senado.
Recientemente, el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, especificó el límite máximo de tributación efectivo que busca establecer, el que llegaría al 50%. Lo anterior provocó diversas reacciones en la industria minera, incluyendo particularmente al segmento de más de 4.500 proveedores mineros (más de 500.000 trabajadores) que -aseguran- se verían afectados al desestimular las inversiones.
Desde dicha área de la industria minera nacional observan con preocupación los alcances del gravamen ya en el cuarto año de tramitación del proyecto.
El director ejecutivo de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN), abogado tributarista Sergio Hernández, afirma que “cualquier elemento que disminuya u obstaculice inversiones impacta a la cadena de valor, tanto aguas arriba como aguas abajo, de tal manera que esta carga tributaria -que es un costo más para las empresas mineras- por supuesto que disminuye el atractivo para invertir. Esto no solo a nivel de proyectos nuevos, sino que también a nivel de brownfield y ampliaciones”.
Por su parte, el director de la Asociación Gremial de Suministradores Técnicos y de Ingeniería para la Minería y la Industria (Sutmin), Álvaro Pino, observa que el proyecto como está actualmente planteado “ataca la línea de flotación de la sostenibilidad de la industria como un todo, porque va minando nuestra competitividad en un entorno global. Por lo tanto, las inversiones van bajando y a la larga, nuestro negocio se va a ver afectado, quizás no mañana, pero sí en un futuro no tan lejano”.
Efecto en la competitividad
Un elemento clave para entender el dinamismo de las inversiones en el sector es que existen variados distritos mineros, es decir, países que compiten entre sí por la captación de inversionistas que tomen la decisión de explorar y hacer minería en sus yacimientos. Por lo tanto, “no solamente hay elementos tributarios en juego, hay otras múltiples variables que importan al momento de decidir una inversión como por ejemplo las leyes de minerales, los costos, etc.”, expone Álvaro Pino, de Sutmin.
Sergio Hernández, de Aprimin añade que en primer lugar, “los costos laborales son altísimos en Chile, solamente nos superan Australia y Canadá, pero hoy estamos por arriba de todos los demás”.
Adicionalmente, expone que las tasas efectivas de los principales competidores son inferiores a un 50%, considerando Perú (41%), Australia (37%), China (37%), México (33%) y Canadá (entre un 40% y un 49%).
“Es una cifra que no tiene parangón y que nos dejará fuera de toda competencia. La excepción son países africanos, hay uno que tiene incluso una tasa superior a 70%, pero con leyes de mineral en sus yacimientos que son tan altas, que permiten un margen operacional fácilmente por sobre de un 90%. En la actualidad Chile tiene una carga actual de entre 38% y 42%, lo que hoy nos deja competitivos en términos netamente tributarios”, acota. Esos son entre 8 y 12 puntos porcentuales menos que el máximo de 50% que plantea el actual proyecto.
“Es más, en sus presentaciones, el ministro Marcel ha señalado que la carga actual de la minería es alrededor del 33%. Por tanto, si seguimos su lógica, si se sube al 50%, significa que el ministro está buscando subir hasta 17 puntos porcentuales la carga tributaria minera”, añade Hernández.
Otro factor planteado por el representante gremial es que “hay que observar-además de la carga tributaria- que Chile ha perdido competitividad por razones geológicas, normativas cada vez más exigentes, por razones sociales, miles de permisos y por costos de mercado, temas que influyen en la evaluación económica de los proyectos mineros y por ende que afectan la inversión”.
Añade que “las leyes de mineral en Chile en general son bajas, las impurezas son altas y la dureza de la roca media-alta”. Lo anterior son elementos que han incrementado los costos de la industria nacional. De acuerdo con datos de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) publicados el año pasado, los costos de producción de las mineras que operan en el país subieron un poco más de 10%.
Con todo, Hernández concluye que “dadas las desventajas competitivas geológicas crecientes de Chile respecto a los distritos mineros que nos compiten en la atracción de altos capitales, y nuestra incertidumbre constitucional, el espacio para aumentar la carga tributaria total a la minería es necesariamente acotado, para cumplir con una mayor recaudación fiscal sin afectar esa competitividad”.
Termina agregando que, “si es necesario aumentar la recaudación tributaria, no se debe olvidar que la tasa no es el único componente del tributo final, mucho más significativa es la base imponible que son las utilidades, las que resultan de las inversiones; si estas últimas son menores por una alta carga tributaria no competitiva, finalmente recaudaremos menos. Un justo equilibrio entre la carga tributaria y mejor recaudación se da en tasas que nos mantengan competitivos como país, lo que está distante del máximo de 50% propuesto por el Misterio Marcel” cierra Hernández.