A los 30 minutos de juego entre Universidad de Chile y Universidad Católica comenzaron a caer bengalas a la cancha del Ester Roa de Concepción, afectando a los jugadores, fuerzas policiales y al cuarto juez, lo que obligó a las autoridades a suspender el partido. También resultaron heridos algunos trabajadores de Prensa y guardias de seguridad.
La decisión, que además fue provocada por el ingreso de 6 personas encauchadas a la cancha, se tomó como definitiva luego de media hora de espera.
El equipo azul, que jugaba mejor, entró nuevamente a la cancha para despedirse de la hinchada real que disfrutaba el partido, muchos en familia.
Varios de los delincuentes que realizaron los desmanes fueron detenidos y su accionar repudiado por los miles de hinchas que acudieron al estadio.
«No vamos a dejar que un grupo pequeño de delincuentes se tome los estadios a costa de la gran mayoría que acude a ver un espectáculo en paz y alegría. Vamos a identificar y hacer caer todo el peso de la ley a los que provocaron esto y espero no vuelvan a entrar a una cancha» sostuvo el presidente Gabriel Boric, hincha de la UC, quien estaba viendo el partido por TV.
El delegado presidencial Humberto Toro señaló que iniciarán querellas contra todos los responsables de la violencia y la encargada de Estadio Seguro señaló que hubo graves falencias en la organización del encuentro que deberán ser investigadas..
La Anfp deberá resolver si continúa el partido desde el minuto que se detuvo o directamente lo suspende definitivamente y le da los 3 puntos a la visita. Otra posibilidad, menor, es que haga valer el resultado en cancha hasta el minuto 31.
Al momento de la suspensión el encuentro iba a 0 a 0.
(Noticia en desarrollo)