Más de 600 abusos infantiles ocurrieron en 80 años en Arquidiócesis de Baltimore

«Lo que fue consistente en todo momento fue la autoridad y el poder absolutos que estos sacerdotes abusivos y el liderazgo de la iglesia tenían sobre las víctimas, sus familias y sus comunidades», establece el informe.

En más de 450 páginas, el informe identificó a 156 sacerdotes, seminaristas, maestros católicos y diáconos en la Arquidiócesis que abusaron sexualmente y torturaron físicamente a más de 600 víctimas.

En el texto se describe que «los abusadores a menudo eligieron a los niños que estaban especialmente aislados o vulnerables debido a la timidez, la falta de confianza o los problemas en el hogar, y se presentaron como protectores y amigos de los niños y sus familias».

Los abusadores se aprovechaban de los niños más devotos de la institución: monaguillos y miembros del coro, los que participaban en las organizaciones juveniles de la iglesia y las tropas Scout, y especialmente los que trabajaban en las rectorías contestando teléfonos por la noche y los fines de semana, según el informe.

Además, hacían regalos a los niños y les prestaban especial atención, pero les decían que el abuso era «la voluntad de Dios» y les advertían que nadie les creería si contaban lo que ocurría.

Si bien el informe está censurado, brinda detalles extensos sobre el encubrimiento por parte de la Iglesia Católica, los medios y los tribunales.

«Hasta décadas recientes, los funcionarios de la iglesia que recibían denuncias de abuso no se comportaban mejor. Una y otra vez, los obispos y otros líderes de la iglesia mostraban una empatía por los abusadores que superaba con creces cualquier compasión mostrada hacia los niños abusados», dice el informe.

La investigación concluyó que las personas que recibían las denuncias «confundieron la pedofilia con el alcoholismo y otros trastornos por uso de sustancias, y exhibieron una confianza inapropiada en el ‘tratamiento'».

El liderazgo católico llevó a cabo investigaciones falsas realizadas por clérigos que no estaban capacitados como investigadores ni eran independientes de la iglesia, según el informe.

La Oficina del Fiscal General dijo que si bien las víctimas, los grupos de defensa y los periodistas de investigación documentaron el abuso, la entidad quería dar a conocer por primera vez su enorme alcance y escala, así como el ocultamiento perpetrado por la Arquidiócesis de Baltimore.

«Aunque puede ser demasiado tarde para que las víctimas vean que se aplica la justicia penal, esperamos que exponer las transgresiones de la Arquidiócesis en la mayor medida posible brinde cierto grado de responsabilidad», dijo la oficina.

El informe recomienda que la legislatura de Maryland modifique el estatuto de limitaciones para las acciones civiles relacionadas con el abuso sexual infantil.

El Senado y la Cámara de Representantes de Maryland ahora están sopesando ese tema. (Sputnik)

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