Transformación de la universidad para la sostenibilidad
Por Carlos Guajardo Castillo, Director Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Central (UCEN).
En mayo del 2022, se celebró la Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior la cual reunió a 139 países, de los cuales Chile no fue la excepción. Entre los temas que se abordaron en la cita están: el impacto del Covid-19 en la educación superior, el abordaje de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la relevancia de la inclusión universitaria, así como, la calidad y la pertinencia de los programas que se ofrecen ante una sociedad tan compleja y diversa. Es imperativo que la universidad, en su posición de entidad formadora, vea la necesidad de acrecentar los nodos de desarrollo para perfeccionar los paradigmas hegemónicos que aún imparcializan a la misma sociedad, estos sobre la base desmesurada y en ciertos casos “arrogante” por fraccionar los ámbitos de la docencia, investigación, vinculación con el entorno y la gestión que cada una de las casas de estudios superiores ejerce.
La universidad, habrá de tener un mayor acercamiento con la comunidad mundial, regional y local; desarrollar la capacidad investigativa que vaya más allá de los paradigmas hegemónicos de la cientificidad, es decir, acuda a procesos de carácter inter y transdisciplinarios donde la fragmentación disciplinar se aúna con una visión mucho más holística. Tendrá que reflexionar conscientemente la pertinencia en la calidad de sus programas de pre y postgrado con tal de responder a las implicancias profesionales de una sociedad de segundo orden. ¿Cómo es esto posible?, a mi parecer, viendo más allá de la “cerradura” de lo que acontece en la realidad, abriéndose a un cambio de mentalidad y transgrediendo la homogeneidad.
En definitiva, la universidad para la sostenibilidad no es otra cosa que buscar el progreso por la justicia social, la protección por el medio ambiente, la acción mancomunada con la territorialidad; todos ellos garantizando el equilibrio entre el entorno de quienes viven y vivirán. La manera de hacerlo radica en la convicción por la transformación.